BCCCAP00000000000000000000796

El trino del diablo E L famoso músico italiano Tartini se retiraba con frecuencia a la Umbría italiana para con– vivir con los frailes franciscanos. Y allí en la soledad de sus conventos buscaba tranquilidad para componer sus piezas musicales. El mismo cuenta que una noche soñó que el diablo le robaba el violín y tocaba una música tan maravillosa como nunca había oído. El músico se despertó sobresaltado, y comenzó a reproducir la pieza que había escuchado; pero no lo consiguió. Su composición, «El trino del diablo», confesó Tartini se quedó muy lejos de aquellos sonidos misteriosos que había percibido en la noche. A todos nos suena de cuando en cuando una música en el interior de nuestro ser que puede, ape– nas, traducirse en notas o palabras. Nos la dicta un ángel que llevamos dentro. Ese ángel es lo mejor de nosotros, somos nosotros mismos, cuando lejos de malos deseos regresamos a lo más puro de nuestro ser. No es ningún «diablo», ni ningún espíritu. Es el deseo de belleza, de bondad, de amor que perse– guimos en la vida. 32

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz