BCCCAP00000000000000000000793

234 Se ha visto cuánta necesidad tenía Francisco de des– canso; sin duda alguna que aspiraba también al recogi– miento, a fin de fijar netamente su línea de conducta en medio de las tristes conjeturas que había provocado su vuelta. Sin embargo, el deseo de procurarle un reposo bien necesario, no fué para Hugolino más que un fin acceso– rio. Le parecía llegado el momento de obrar con vigor. Puede imaginarse sus respuestas a las quejas de Fran– cisco: ¿No se le había invitado con insistencia a aprove– char de los consejos del pasado, de la experiencia de aque– llos fundadores de Ordenes que no sólo fueron santos sino también hábiles conductores de hombres?; ¿no era Hu– golino mismo su mejor amigo, su defensor nato, y no había tenido que renunciar a la influencia a la que su amor por los Hermanos, su posición en la Iglesia y su mucha edad le daban, sin embargo, tantos títulos? Pero no, hubo que dejarle exponer a sus hermanos a todos los riesgos, en misiones tan peligrosas como estériles; ¿y todo para qué? Para el más fútil de los motivos de honor porque los Hermanos Menores no querían gozar del más insignificante privilegio. No eran heréticos, pero turba– ban a la Iglesia tanto como heréticos. ¿Cuántas veces se le había recordado que una gran asociación tiene nece– sidad para subsistir de reglamentos precisos y detalla– dos? Todo había sido trabajo perdido. Ciertamente que nadie ponía en duda su humildad, ¿pero por qué no ma– nifestarla, no tan sólo en las ropas y en la manera de vivir, sino en todos sus actos? Creía obedecer a Dios de– fendiendo su propia inspiración, ¿pero no habla la Igle– sia en nombre de Dios?; ¿las palabras de sus representan– tes no son la palabra de Jesús perpetuándose sobre la tierra? Quería ser un hombre evangélico, un hombre apostólico, ¿pero no era el mejor medio de llegar a ello obedecer al pontífice romano, al sucesor de Pedro? Por un exceso de condescendencia, se le permitió obrar a su guisa, y el resultado era la más triste de las lecciones. Pero la situación no era desesperada, se estaba a tiempo

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz