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CAPITOLO X PRIMERAS TENTATIVAS MISIONARIAS DE SAN FRANCISCO DEL LADO DE LOS INFIELES (OTO:&O DE 1212-VERANO DE 1215) Los primeros Hermanos Menores tenían demasiada necesidad de estímulos y ejemplos por parte de Francisco para que, desde muy temprano, eligieran con él épocas determinadas en que tuvieran seguridad de encontrarlo en la Porciúncula. Parece, sin embargo, probable que esas reuniones fueron verdaderos capítulos generales re– cién hacia 1216. Hubo primero dos por año, uno en la Pentecostés, el otro el día de San Miguel ,(29 de setiem– bre) . Los de la Pentecostés fueron los más importantes: todos los hermanos acudían para retemplarse en la so– ciedad de Francisco, y beber en su corazón, con consejos y orientaciones, sus generosos ardores y sus grandes es– peranzas. Los miembros de la juvenil asociación ponían todo en común, sus alegrías como sus penas; sus incertidumbres como el resultado de sus experiencias. Se ocupaban en particular de la Regla, de los cambios que convenia in– troducir en ella, y sobre todo de la manera cómo se la podría observar cada día mejor y más fielmente; después, de común acuerdo, se procedía a la repartición de los hermanos en las diversas provincias. Una de las recomendaciones más frecuentes de Fran– cisco era sobre el respeto debido al clero; suplicaba a sus discípulos guardar hacia los sacerdotes una deferencia particular, y besarles la mano siempre que los encon- traran: · Sentía muy bien que habiendo los hermanos renun-