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Carlos Gil Arbiol: Los orígenes del cristianismo sentido salvífico; es el caso, por ejemplo, de la ínterpretación expiatoria, que se in– terpreta de modos diversos con los modelos del día de la expiación, del templo o del cordero pascual 30 • Junto a ellas, podemos añadir una interpretación que tiene un tenor dife– rente y que es teológicamente muy relevante: es la interpretación revelatoria que descubre enla muerte de Jesús la imagen de Dios 31 . En el himno de Flp 2,6-11, Pablo recoge una tradición antigua en la que se presenta a Jesús siendo "imagen de Dios" (EV ~op<.pií eeoO ). Esta es la misma ideaque subyace tras la confesión de Jesús como "hijo de Dios" al final del Evangelio de Marcos (Mc 15,39: "Ver– daderamente, este era hijo de Dios"). Una de las características más destacadas en la mentalidad mediterránea del siglo 1 era la idea de que el hijo debía imitar. al padre puesto que era su imagen 32 . El hijo era definido como tal en funció~ del cumplimiento de sus obligaciones: la honra y la obediencia del padre, además de la sepultura y la honra de su memoria (cf. Ex 20,12; Si 30,1-13)33. Esto es lo que subraya Pablo en Rom 5,19: Jesús es hijo porque obedeció a Dios. Este hecho apunta una nueva interpretación de la muerte de Jesús: Jesús no murió en la cruz únicamente como víctima de "los jefes de este inundo" (cf. 1Cor 2,8); su muerte mitiva: historia y teologia, 201. Es posible, además, que las interpretaciones del Justo sufriente o del Siervo de Yahvé, al inicio, no tuvieran un sentido necesariamente soteriológico sino únicamente explicativo, ofreciendo una explicación contra el sinsentido de la muerte de Jesús en la cruz. 30 Es el caso de las añadiduras helenísticas al relato premarcano de la pasión (Mc 14,57-59; 14,62b; 15,6– 16a; 15,29b-31a; 15,33.38) y fórmulas condensadas recogidas por Pablo en Rom 3,24-26 o en1Cor 11,23-26; d. Ben F. Meyer, "The pre-Pauline formula in Rom 3:25-26a", New TestamentStudjes 29(1983)198-208; Schenke, La comunidad primitiva: historia lteolog{a, 202-206. En este sentido, los modelos del Justo y el Siervo pudieron llenarse de. sentido soteriológico. En cualquier caso, estas dis– tinciones son muy arriesgadas por el carácter hipotético de la localización de las fuentes. 31 Aunque esta interpretación no ha sido desarrollada, se puede encontrar de modo incipiente en Roger D. Haight, Jesus, symbol of God (Maryknoll, NY: Orbis Bks, 1999), 12-15; también en Car– los Gil Arbiol, "¿Qué relevancia actual tiene san Pablo? Apuntes para valorar su novedad en nues– tro mundo", Cuestiones Teológicas 85(2009)99-114. 32 Cl. Si 30,4: "Cuando el padre muere, es como si no muriese, pues deja tras de sí un hijo semejante a él" y Dion Casio, Historia Romana LVI 3,1: "Habéis hecho bien imitando a los dioses y emu– lando a vuestros padres al traer hijos al mundo del mismo modo que vuestros padres hicieron con vosotros. (...) [Un hijo] es imagen de vuestro cuerpo y alma hasta el punto de que al crecer se con– vierte en vuestro yo". 33 Cf. S. Guijarro, Fidelidades en conflicto. La ntptura con la familia por causa del descipl/lado yde la misión en la tradición sinóptica (Salamanca: Univ. Salamanca, 1998), 143: Almogaren 49 (2011) 163-193 1m
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