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usan los modelos de los profetas o deljuicio l3 • Probablemente, con el tiempo y entre los seguidores de Jesús de habla griega, estas fue– ron completadas por aquellas que atribuían a la muerte de Jesús un sentido salvífico; es el caso, por ejemplo, de la interpretación expia– toria, que se explica de modos diversos con los modelos del día de la expiación, del templo o del cordero pascuaJl4. En cualquier caso, parece difícil encontrar clasificaciones y evoluciones claras, puesto que buena parte de estas lecturas de la muerte de Jesús se solapan, es decir, comparten algo con las demás l5 • Más difícil resulta si cabe el intento de identificar cada una de estas interpretaciones con tex– tos o tradiciones individuales en la pluralidad de los orígenes del cristianismo, puesto que los textos se resisten a ser clasificados en rígidos compartimentos y muestran mucha más fluidez y compleji– dad que la que querría el taxonomista. No obstante, si las vemos en un cierto orden es posible percibir algún aspecto de la evolución y los diversos intereses y preguntas que con dujero n a los primeros cristianos en esta reflexión. l! Así, por ejemplo, el relato premarcano de la pasión o el documento Q; cf. Santiago Guijarro Oporto, "El relato pre-marcano de la pasion y la historia del cristianismo naciente", Salmanticensis 50(2003)345-388; Sehenke, La comunidad primitiva: historia y teología, 201. Es posible, además, que las interpretaciones del Justo sufriente o del Siervo de Yahvé, al inicio, no tuvieran un sentido necesariamente soteriológico sino únicamente explicativo, ofreciendo una explicación contra el sinsentido de la muerte deJesús en la cruz. 14 Es el caso de las añadiduras helenísticas al relato premarcano de la pasión (Mc 14,57-59; 14,62b; 15,&-100; 15,29b-3Ia; 15,33.38) y fórmulas condensadas recogidas por Pablo en Rom 3,24-26 o en ICor 11,23-26; cf. Ben F. Meyer, "The pre-Pauline formula in Rom 3:25-26a", New Testament Studies 29( 1983) 19S-208; Schenke, La comunidad primitiva: historia y teología, 202-206. En este sentido, los modelos del JUSlO y el Siervo pudieron llenarse de sentido soteriológico. En cualquier caso, estas distinciones son muy arries– gadas por el carácter hipotético de la localización de las fuentes. 15 Gerd Theissen hace una clasificación simple distinguiendo entre dos tipos de inter– pretaciones: la que entiende la muerte de Jesús como exemplum y la que lo hace como sacramentum. En la primera incluye la muerte como un suceso necesario, como la muerte de los profetas mártires y como la pasión delJusto. En la segunda incluye la interpreta– ción expiatoria, la de rescate (de un poder extraño) y la de la entrega por amor ("por nosotros"); Gerd Theissen, La religión de los primeros cristia1WS: una teoría del cristianismo primitivo (Salamanca: Sígueme, 2(02),177-180. Las interpretaciones de la muerte de Jesús 187
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