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hmnillación para ensalzar a otros, su impotencia para que otros tengan la fuerza, su muerte para que otros tengan vida 73 • Mientras que Adán con aquel comportamiento no se estaba pareciendo al Dios de quien era imagen,Jesús en la cruz lo imitó perfectamente, sin ambigüedad. Un Dios así, ¿quién puede codiciarlo? En 2Cor 4,4, Pablo ahonda en la misma idea: "Y si todavía nuestro Evangelio está velado, lo está para los que se pierden, para los incré– dulos, cuyo entendimiento cegó el dios de este mundo para impedir que vean el resplandor del glorioso Evangelio de Cristo, que es imagen de Dios (eilúin toil Zeoú)". Aquí Pablo, sin depender de una tradición previa (como en Flp 2,6-11) refleja más claramente el punto anterior: el Crucificado es imagen de Dios 74 • En el contexto de 2Cor 3,4-4,6, Pablo habla del "ministerio de la nueva alianza" (2Cor 3,6), que es el alcance de "su evangelio" (4,3). La expresión "el evangelio de la gloria de Cristo" remite, inequívocamente, al evangelio de la cruz, al Cruci– ficado (cf. ICor 1,18.24; 2,2 etc.), como explicita Pablo en ICor 2,7-8: "hablamos de una sabiduría de Dios, misteriosa, escondida, destinada por Dios desde antes de los siglos para gloria nuestra, desconocida de todos losjefes de este mundo -pues de haberla conocido no hubieran crucificado al Señor de la Gloria-". y es precisamente éste crucificado el que 'se presenta como "imagen de Dios"; el "evangelio de la cruz" tiene un alcance teológico: este es el escándalo. Poco más adelante, en la conclusión de esta perícopa (2Cor 4,6), Pablo insiste en la misma idea: "el mismo Dios que dijo: del seno de las tinieblas brille la luz, la ha hecho brillar en nuestros corazones, para iluminarnos con la luz del conocimiento de la gloria de Dios que está en el rostro de Cristo". Pablo conoció y anunció al Crucificado (ICor 2,2) y este rostro es el que, inconfundiblemente, él identifica con la "gloria de Dios". Si esto era cierto, Dios no era como él había pensado, un Dios de poder que ejerce su dominio, controla y pide sacrificios sino todo lo contrario, el que se sacrifica, se abaja, despoja, se vacía. Por tanto, el mejor modo de hablar de Dios no eran las bonitas parábolas queJesús 73 er. Dorothy A. Lee-Pollard, "Powerlessness as power: a key emphasis in the Gospel of Mark", ScottishJournal ofTheology 40 (1987) 173-188; Moltrnann, El Dios crucificado la cruz de Cristo como base y crítica de la teología cristiana, 97-102.220-226. 74 er. Carlos Gil Arbiol, "El carismade Pabloysu imagen deJesús", ReseñaBíblica42 (2004) 55– 62. 208 Carlos Gil Arbiol

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