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202 CARLOS GIL ARBIOL situación de grupos humanos localizados en ambientes geográficos y culturales muy diferentes; desde la Galilea (estratos más antiguos del Documento Q) hasta Roma (carta a los Romanos); desde las preocupaciones intrajudías (Documento Q) hasta los problemas de hostilidad (Evangelio de Marcos) y deseo de construir una ciudada– nía diferente a la romana (Filipenses). En cualquier caso, un dato resulta incuestionable: a pocos años de la muerte de Jesús, el mo– vimiento iniciado tras estos acontecimientos se expandió rápida y ampliamente por toda la cuenca norte del Mediterráneo. Estos grupos, cOlnpartiendo por encima de las diferencias una característica común (la creencia en aquel Crucificado como Mesías de Dios), van a expresar esta fe común de modos diversos y van a desarrollar las consecuencias de este acontecimiento en direcciones divergentes. Me vaya fijar únicamente en tres aspectos: los modos de concebir el kerigma (anuncio de la fe) cristiano, la vinculación con la ley mosaica y las interpretaciones de la muerte de Jesús. Veamos el primero. Resulta un lugar común hablar del anuncio de la muerte y resurrección de Jesús como el núcleo del kerigma cristiano. Esta es la razón que motivó, probablemente, la elabora– ción del relato premarcano de la pasión de Jesús, la narración de los últimos días de Jesús, su muerte y resurrección!6: ofrecer una explicación que diera sentido a la muerte de Jesús y que sirviera, sobre todo, para narrar el acontecimiento de la salvación que los primeros seguidores de Jesús anunciaban a sus compatriotas. Este relato surgió, muy probablemente, en Jerusalén, muy pronto tras la Pascua y en un contexto eminentemente judío y sirvió de base para las fórmulas de fe más antiguas que condensaban ese anuncio de un modo fácil de transmitir, recordar y comprender (cf. ICo 15,3-8; Rm 1,3-4; 10,9-13; etc.)!7. Sin embargo, parece que no fue el único 16 Sobre el relato premarcano de la pasión, ef. S. GUIJARRO OPORTO, El relato pre-marcano de la pasian y la historia del cristianismo naciente: Salmanticensis 50 (2003) 345-388. 17 ef. L.W HURTADO, Señor Jesucristo. La devoción a Jesús en el cristianismo primitivo, Sígueme, Salamanca 2008, 201-211.

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