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198 CARLOS GIL ARBlOL Estos estudios surgen, además, en unas circunstancias que los hacen especialmente influyentes y relevantes: la crisis de identidad que sufren muchos ciudadanos de paises tradicionalmente cristia– nos, junto a la de las instituciones tradicionales (incluso del mismo concepto de tradición)'. Los determinantes estudios de W. Bauer y A. Harnack 4 a inicios del siglo XX se han actualizado de acuerdo a las nuevas circunstancias. Esta tarea, reconstruir el pasado mitico de un grupo humano, es lo que han hecho todos los pueblos como parte de su búsqueda de identidad; de ahi que en los inicios del siglo XXI, las actuales cirGUnstancias favorezcan la búsqueda de sentido también en el pasado (como hicieron Lucas al escribir su doble obra -Lc y Hch- o Agustin de Hipona en su Historia Eclesiástica). Sin embargo, esta tarea de «reimaginar» el pasados se puede hacer de muchos modos: con afán sensacionalista, con un interés apologéti– co o dogmático, o ateniéndose a los datos históricos del modo más objetivo y académico (riguroso) posible'. Esta tercera opción, pese a las dificultades y limitaciones propias del método histórico, es la única recomendable en una sociedad laica, incluso desde un punto de vista creyente, puesto que las lecturas apologéticas y dogmáticas pueden llegar a dictar los resultados de la investigación, invalidando así el método y las conclusiones'. Una de las característícas de esta 3 ef. la reflexión de R. AGUIRRE, El proceso de surgimiento del cristianismo, en: R. AGUIRRE, Así empezó el cristianismo, 11-48. 4 W BAUER, Rechtgliiubigkeit und Ketzerei ;,n iiltesten Christentum, Mohr, Tü– bingen 1934; A. VON HARNACK, Die Mission und Ausbreitung des Christentums in den ersten drel Jahrhundel'ten, Leipzig: le. Hinrich, 2. neu durchgearb. Aufll ed. 1906); A. VON HARNACK, Entstehung und Entwickelung del' Kil'chenVelfassung und des Kirchenrechts in den zlvei ersten Jahrhunderten, 1. C. Hinrichs, Leipzig 1910. s Sobre el sentido de «reimaginaf}) como imaginación constitutiva, cf. P. VEYNE, Les Grecs OI1t-i/s cru iJ leurs mythes?: essai sur l'imagination constituante, Seuil, Paris 1983. 6 Esto no quiere decir que el «método histórico)) esté exento de prejuicios, con– dicionamientos o sea totalmente objetivo; cf. R. AGUIRRE, Elproceso de surgimiento del cristianismo, en: R. AGUIRRE, Asi empezó el cristianismo, 22. 7 Cf. C. GIL ARBIOL, La Biblia y el mundo del sigto XXI: Iglesia Viva 238 (2009) 9-22.
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