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LA PLURALIDAD DE LOS ORÍGENES DEL CRISTIANISMO... 209 dato, positivo para los mismos seguidores de Jesús como resultó, trajo consigo multitud de problemas: los nuevos creyentes traían nuevas preguntas y las circunstancias culturales, sociales y políticas desde las que se entendía la nueva fe fueron ampliándose de modo que se fue haciendo cada vez más necesario el fijar las fronteras de la nueva identidad de creyente. Así, en tercer lugar, todo ello fue determinando la progresiva separación de la corriente hegemónica del judaismo: el fariseísmo". Todos estos factores hicieron que esta nueva generacíón de seguidores de Jesús pusiera más énfasis que la primera en la estabilización de lo creado". Efectivamente, la multiplicación de grupos y tradiciones hizo temer una desmembración del grupo de creyentes en Jesús, por el peligro de interpretar de modo diferente la incipiente reflexión so– bre la cristología, la teología, la eclesiología, etc., dado que todo ello estaba en pleno proceso de definición, abierto a desarrollos múltiples. Estas amenazas, de hecho, contribuyeron decisivamente a su definición. En cualquier caso, durante esta segunda generación predomina la vuelta a la historia de Jesús, entre otras razones por la ya mencionada desaparición de los testigos oculares de la vida de Jesús. Sin embargo, los esfuerzos de síntesis no fueron unívocos y surgieron diversos proyectos para estabilizar la diversidad, cada A Conversation IVit/¡ Rodney Stork: Socio1ogical Analysis 53 (1992) 433-445, RJ. MALINA, The rise o[ Christianity: a sociologist reconsiders history: Catholic Biblical Quarterly 59 (1997) 593-595 Y E.A. CLARK, Rodney Stork's T/¡e Rise of C/¡ristiani– ty: A Discussion: Journal of Early Christian Studies 6 (1998) 162-267. 36 Es lo que se llamó «la división de los caminos») (<<the parting of the ways}) en su expresión inglesa que se ha consagrado como universal); ef. ID. G. DUNN, Jews and Christians: the parting o/ (he ways, A.D. 70 lo 135: lhe second Durham Tübin– gen Research Symposium on earliest Christianity andJudaism (Durham, September, 1989), Mohr, Tübingen 1992; Judit/¡ Lieu, Neit/¡er JeIV nor Greek?: constructing early christianity, T & T Clark, London 2002; B. OREEN, Christianity in ancient Rome: t/¡efirst t/lree centuries, London; New York: T & T Clark, 2010). 37 Esta terminología fue utilizada por Margaret MacDonald en su tesis docto– ral, donde definió las tres primera generaciones como «institucionalización cons– tructora», «institucionalización estabilizadora» e «institucionalización protectora de la comunidad»); cf. M.Y MACDONALD, Las comunidades paulinas, Sígueme, Sa– lamanca 1994.

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