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105 Carlos Gil Arbiol REVISTA BÍBLICA   2019 / 1 2 imaginería y, probablemente, por un interés en llevar su argumento más allá de las imágenes tradicionales que hablaban de Israel. Para muchos lec- tores de Pablo, empezando por Orígenes, la idea de injertar unas ramas de olivo silvestre (agriélaios, Rom 11,17) en un olivo cultivado (elaía) resul- taba imposible  46 , y esto ha inducido a muchos intérpretes a no sacar con- clusiones de la identificación de Israel con el olivo cultivado y a los genti- les con el olivo silvestre, puesto que resultaba imposible la operación que Pablo proponía  47 . Sin embargo, Pablo está aquí demostrando un conoci- miento de la cultura mediterránea  48 , en concreto de la arboricultura. Esta influencia queda ilustrada, como demostró hace muchos años William Ramsay  49 , por un autor latino contemporáneo de Pablo, Lucius Junius Moderatus Columella, que compuso un tratado sobre el cultivo de árboles en el que explica el sentido y las circunstancias de un injerto de olivo sal- vaje o rústico en uno cultivado: “Ocurre con frecuencia que, aunque el ár- bol [olivo] crezca bien, no produce fruto. Es buena idea perforarlo con una barrena gálica y colocar en el agujero un fino esqueje tomado de un olivo salvaje; el resultado es que el olivo [cultivado] puede producir más fruto” (Columella, De re rustica V, 9, 16)  50 . No se puede asegurar, a partir únicamente de esta referencia de un autor contemporáneo de Pablo (4-70 d. C.), que este conociera esta prácti- ca; sin embargo, el hecho de que utilice el ejemplo del olivo, distante de las imágenes tradicionales de la vid, sugiere que Pablo pudo aprovechar el po- tencial de este fenómeno. Según la metáfora, Pablo puede referirse a la mala salud de Israel, porque no ha respondido como Yahvé pensaba, no estaba dando todos los frutos que de él se esperaban, en alusión al rechazo 46  Orígenes en su comentario a la carta a los Romanos, libro 8, capítulo 10 “El Apóstol no ofrece su comparación del olivo cultivado y del olivo salvaje de acuerdo a la costumbre de los agricultores. Porque su costumbre es injertar la rama del olivo cultivado en el olivo salvaje, y no viceversa. Pero Pablo, en virtud de su auto- ridad apostólica, cambiando el orden, ha adaptado la realidad a su argumento en vez de adaptar su argumento a la realidad” ( O rígenes – S check , Commentary on the Epistle to the Romans, books 6-10, 181). 47  Cf. D odd , The Epistle of Paul to the Romans, 180; L agrange , Epître aux Romains Saint Paul, 230; aunque este último conoce el texto de Columella que voy a citar a continuación, no cree que Pablo conociera las prácticas de arboricultura del tiempo. 48  Cf. D avies , Jewish and Pauline Studies, 153-163 y 356-360. 49  Cf. R amsay , “The Olive Tree and the Wild Olive”. 50  “Solent etiam quamvis laetae arbores fructum non afferre. Eas terebrari ga- llica terebra convenit, atque ita in foramen viridem taleam oleastri arete immitti. Sic velut inita arbor fecundo semine”; cf. C olumella , On agriculture, II, 84.

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