BCCCAP00000000000000000000783

282 CARLOS GIL ARBIOL 6. La misericordia contra la condena: Mt 5,21-22.29-30 Hay dichos de Jesús que los seguidores de Jesús han conserva– do y que parecen ir en contra de lo que he destacado hasta ahora (Dios sólo ama, no condena). Son, especialmente (y paradigmáti– camente) aquellos en los que Jesús habla de la Gehenna de fuego (yÉEvva), por ejemplo: «Habéis oído que se dijo a los antepasados: No matarás, pues el que mate será reo ante el tribunaL Pues yo os digo que todo aquel que se encolerice contra su hermano será llevado ante el tribunal; el que llame a su hermano 'imbécil' será llevado ante el Sanedrín; y el que le llame 'renegado' será llevado a la Gehenna de fuego» (Mt 5,21-22); también: «Si tu ojo derecho te es ocasión de tropiezo, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea llevado a la Gehenna. Y si tu mano derecha te es ocasión de tropie– zo, córtatela y arrójala de ti; te conviene que se pierda uno de tus miembros, antes que todo tu cuerpo vaya a la Gehenna» (Mt 5,29- 30); o también: «¡Serpientes, raza de víboras [dicho a los religiosos hipócritas que observan la legalidad y se olvidan de la compasión]! ¿Cómo vais a escapar de la prueba de la Gehenna?» (Mt 23,33). Son palabras leídas como aviso o amenaza de condena que al leerlas en conexión con Mt 25,41, «entonces dirá también a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles», han alimentado la imaginación del infierno y la condena eterna (De hecho esta interpretación ya existía en tiempo de Jesús. Sin embargo, la metáfora de la Gehenna que Jesús usa no es la del infierno). La Gehenna o «la Gehena de fuego» es el valle de Jerusalén en el que se arrojaban y acumulaban las basuras, donde había gusanos y fuego para que las basuras se descompusieran, se consumieran y no se acumularan (todavía hoy, la puerta de la ciudad vieja de Jerusalén que da a este valle, se llama la <merta de las basuras>>). La Gehenna era (como todos los basureros) el lugar excluido al que acuden los más pobres de los pobres, la escoria, los parias, los que no tienen ni la misericordia de los demás porque no han recibido ni limosna ni hospitalidad ...

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz