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zan este verbo: Col 3,8 y Ef 4,22; cf. JEAL, "Clothes make the (wo)man~ 694. 87 Asf lo recoge Pablo en 2 Ca 3,18: "Mas todos nosotros, que con el rostro descubierto refleja– mos como en un espejo la gloria del Señor, nos vamos transformando en esa misma imagen cada vez más gloriosos: así es como actúa el Señor, que es Espfritu': 88 Cf. G. W. DAWES. The Body in Ouestion. Metaphor and Meaning in the Intepretatioin of Eph– esians 5:21-33 (Leiden 1998} 38. 89 Cristo es presentado como imagen de Dios también por Pablo (Rm 8,29; 2 Ca 3,18; 4,4); sin embargo todos los creyentes (varones y mujeres) se van transformando en esa imagen de Cristo {2 Ca 3,181, ritualmente en el bautismo, que anula las diferencias de género (Ga 3,28). 90 Especialmente llamativa es la ausencia en relación a Rm By Ga 5; cf. DUNN, The Episties to the Colossians and ro Phi/emon, 200. Ef parece corregir esta "laguna" de Col. Un poco más arriba hemos afirmado que la imagen del revestimiento alude a la identidad grupal del creyente, a lo que es "en Cristo", Hijo de Dios por medio de la fe y no de la Ley. Esto afecta tanto a lo que el "vestido" es, cuanto a lo que provoca o genera y cómo suscita ideas y acciones (su carác– ter performativ0 8 7). Pablo subrayaba de este modo que el cuerpo revestido del creyente es imagen de Cristo y lo refleja (cf. 2 Ca 3,18; del mismo modo que en 1 Ca 12,27 dirá "vosotros sois cuerpo de Cristo"). Sin embargo, en Col 3,10 y Ef 4,24 el vestido no es Cristo sino el resultado de la redención acontecida en Cristo: el hombre nuevo, la nueva persona 88 • En términos teológicos, este cambio de "vestido" permite, por una parte, presentar a Cristo y a la ekklesia de acuerdo a otros modelos diferentes de cuerpo y, por otra parte, modificar la identidad social que se espera que adquiera el creyente. Así, en primer lugar, ahora es posible presentar a Cristo, no como el cuerpo sin diferencias étnicas, sociales y sexuales de Ga 3,28, sino como la cabeza que gobierna al resto del cuerpo (Col 1,18; Ef 4,15-16). Cristo es "Ima– gen de Dios invisible, Primogénito de toda la creación" (Col 1,15); se trata de la reformulación del mito de la creación que presenta a Cristo como 1TPWtÓ't"OKOC; y, por ello, cabeza de la ekklesJa89. De este modo, la cristología se eleva y se desarrolla para servir al mismo objetivo (generar unidad) aunque de otro modo: no sólo suscitando interdependencia sino, además, funda– mentando la autoridad. En este punto resulta significativa la escasez de refe– rencias al Espíritu en Col, una carta más cristocéntrica; quizá los oponentes utilizaban el argumento de una autoridad más carismática, frente a la cual el autor de Col subrayaría la autoridad jerárqUica de este modo 90 • Ef 1, por su parte, sirve para presentar la autoridad cósmica de Cristo: Dios ha puesto Carlos Gil Arbiol 98