BCCCAP00000000000000000000782

l: I 1, 1 '·:, " ,. li, ! l,'1 91 64 James D.G. Dunn ha mostrado convincentemente los contactos entre Ga 3,28 y 1 Co 12,13: DUNN. Baptism in the Ho/y Spirit, 109-13, 117-20 Y 127-31. Cf. también A. ROBERTSON -A. PLUM– MER, A critical and exegetical commentary on the First epist/e of Sr. Paul to the Corinthians (NewYork 1911) 272; MARTIN. 3-61 Y94-103; J. H. NEYREY, "Body Language in 1 Cor:The Use of Anthropological Models for Understanding Paul and his Opponents": Semeia35 (1986) 129– 70; MACDoNALD, There Is No Ma/e and Fema/e. 65 Joaqu[n González Echegaray me recordó muy acertadamente que en la primera mitad del siglo I d.C. las posibilidades de presencia y promoción social de la mujer crecieron como en ningu- La evolución de la imagen del cuerpo en la tradición paulina En 1 Ca 12,12-27 (también en Rm 12,4-8; 13,14) se utiliza la metáfora del cuerpo del creyente, sin divisiones ni diferencias (l CA 12,12-13). La au– sencia de "ni varón ni mujer" en 1 Ca 12,13 ("Porque en un solo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no formar más que un cuerpo, judíos y griegos, esclavos y libres") podría explicarse como un intento de suavizar las tensio– nes creadas por una primera predicación en la que resonara Ga 3,28 (cf. 1 Ca 11,2-16)64. En cualquier caso, resulta llamativa del uso paulina la jerarquiza– ción que plantea en 1 Ca 12,23-24: "A los [miembrosl que nos parecen los más viles del cuerpo, los rodeamos de mayor honor. Así a nuestras partes deshonestas las vestimos con mayor honestidad... Dios ha formado el cuerpo dando más honor a los miembros que carecían de él". Pablo subraya la in– terdependencia, la diversidad y la diferencia en la unidad (d. 1 ca 12,12-14.15– 20); el énfasis está puesto en los miembros, su función y en la necesidad de todos y cada uno para la integridad del conjunto; sorprendentemente, esta solidaridad corporativa está construida sobre lainversi6n de las posiciones convencionales de los miembros considerados más bajos socialmente. Por tanto, Pablo presenta el cuerpo de Cristo de acuerdo a la imagen de un cuerpo "invertido", en el que lo más valorado es lo que fuera de la ekkllJsia se con– sidera más despreciable (ef. 1 Ca 1,26-28). Podríamos, por tanto, sugerir que Pablo aplicó de modo práctico el prin– cipio teológico de igualdad en Cristo formulado en contexto bautismal en Ga 3,28 ("ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús") para lo cual tuvo que tratar con más honor y cuidado, con más reverencia, y quizá exagerando algunas de sus pre– rrogativas, a aquellos miembros más débiles de cada uno de esos pares, es decir, a los paganos, a los esclavos y a las mujeres, a quienes dio unas posi– bilidades religiosas y sociales poco accesibles para los miembros más bajos de la sociedad 65 •

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz