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gen "andrógina" del cuerpo y su uso por parte de Pablo y su tradición como idea central del mito yel ritual de la iniciación cristiana 26 • Meeks defiende la idea de que la llamada "fórmula de reunificación bautismal" de Ga 3,28 ("ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús") formaba parte de una liturgia bautismal y, por tanto, tenía una función determinante en el acto de iniciación dentro de la comunidad de creyentes, acompañada probablemente de ciertos gestos como el desvestirse, la inmersión o el vestirse de nuevo (cf. Ga 3,27)27. Esta función, que algunos llaman "declaración performativa", busca configurar el universo simbólico que distingue a los creyentes de los demás "haciendo lo que dice"28. Clifford Geertz sugirió que, en la medida en que el grupo logra "vestir" una declaración como esa con un "aura de realidad" (an aura of fac– tuality), se produce un cambio objetivo en la realidad que modifica los roles 26 W. A. MEEKS, "Image of the Androgyne: some uses of a symbol in earliest Christianity": His· tory of Religions 13/3 ( 1974) 165-208. Para una lectura critica de este articulo, cf. D, 8OYARIN, A Radical Jew: Paul and the Po/irics of Identitv (Berkeley 1997) 180-200. Recientemente, P. N, HOGAN, No Longr;¡r Male and Fr;¡male: Interprr;¡ting Galatians 3:28 in Early Christianity (Ed'ln– burgh 20081 concluye su monografía con la siguiente afirmación: "It becomes apparent that during the first four centuries of Christianity most writers treated Ga 3:28 as a statement about the identification of Christians with Christ and therefore an indication that in the resolution of various differences into unity, they could achieve an ideal state" (201-202). 27 No son pocos los que piensan asl; cf., entre otros, H, SCHLlEFI, La carta a los gálatas (Salamanca 1975) 201; H. D. Bm, Galatians: A Commentary on Paul's Letter to the Churches of Ga/atia (Philadelphia 1979) 181-185; F. F. BFlUCE, The Epistle to the Galatians: A Commentaryon thr;¡ GreekText (Grand Rapids 1982J 185; D. R. MACDONAlD, There Is No Ma/e and Famale (Philadel– phia 1987J; R. N. LONGENECKEFI, Galatians(Dallas 1990) 154-155; M. R. Dí!l.NGElO, "Veils, Virgins and the Tongues of Men and Angels: Women's Heads in Early Christianity'; en: H. EllBERG– SCHWARTZ - W. DONIGER (eds.), 'Off with hr;¡r Headl'The Denia/ ofWomen's Identity in Myth, Re– /igion and Cuiture (Berkeley 1995) 136. Por el contrario, J. D. G. Dunn, cree que la referencia al bautismo es únicamente una metáfora para describir la entrada del creyente en la experiencia Cristiana, que toma la forma de una conversión o iniciación; d. J, D. G. DUNN, Baptism in the Holy Spirit (London 19701 109. Por último, HOGAN, 194 cree que no hay evidencia para contra– decir la opinión mayoritaria de los que defienden un Sitz im Jr;¡ben bautismal. 2B MEEKS, 182. Cf. J. N. VORSTEFI, "Reflecting on 'Rhetoricls) of body politics and religious dis– course''': Scriptura 90/3 (20051 575-594; D. EVANS, The Logics of Self-involvement (New York 1969); M. DOUGLAs, Pureza y peligro: un análisis de los conceptos de contaminación y tabú (Madrid 1991). .. Carlos Gi I Arbiol 82