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22 Cf. 8URTON, 33. 23 Cf. NEUFElD. 683. Resultan muy ilustrativos algunos estudios actuales sobre la relación entre la apariencia ffsica y las normas sociales; d. B. LiNCOLN, Discurse and the constructíon of so– ciety. Comparative studies of mith. ritual and classification (Oxford 1992) 142-159. 24 Cf. L. NASAALLAH. An Ecstasy af Fa/ly. Prophecy and Autharity in Early Christianity (Cambridge 200315. 25 Cf. W. J. F. KEENAN (ed.l, Dressed ta impress. Looking the Part (Oxford 2001) 31: el vestido forma parte de un "sistema de estratificación cultural que mantiene a los individuos Y grupos en jerarquras competetivas. endógamas y autoperpetuantes de dominación simbólica y con- trol". 81 pos que,por lo tanto, serán a partir de ahora objeto de regulación pública 22 • El adorno y el vestido de los cuerpos de Adán y Eva son, pues, una marca de estas distinciones sociales, un sistema de signos para determinar el ran– king de un sistema jerárquico determinado en el caso del Génesis por las normas de la Torah. Los cuerpos vestidos se convierten así en modelos de per– sona en sociedad, determinados por una existencia normativa 23 . Esta lectura es únicamente un ejemplo de lo dicho. Estos relatos del Génesis sirven, en cualquier caso, para transmitir una cosmovisión, unas actitudes, unoS valores de género, de estatus y de control, una identidad, al fin y al cabo. Los discursos sobre el cuerpo son prácticas lingüísticas que, si se repiten suficientemente, pueden constituir el objeto sobre el que hablan. Estos relatos comunitarios sobre los cuerpos, construyen me– diante la retórica una visión del orden social ideal para convencer a la au– diencia del poder y la verdad de tal visión 24 , Los cuerpos transformados de .Adán y Eva simbolizan el cuerpo social limitado Y controlado. Sus vestidos vie– nen a ser parte de un sistema de estratificación cultural que mantiene a los individuos y grupos clasificados en categorías 25 • Por lo tanto, no es de extra– ñar que estos relatos (igual que otros relatos míticos de la creación de la per– sona) hayan sido utilizados para legitimar una situación social u otra, Así, mien– tras unos afirman la originalidad inicial del ser andrógino, otros apelan a la "perfección" del primer hombre masculino; tanto unos como otros justifican así su propia cosmovisión y, consecuentemente, una estructura social y una relación entre los sexos. Vamos a ver algunos ejemplos. Wayne A. Meeks, en un amplio y detallado artículo de 1974, estudió las lecturas y relecturas de estos primeros capítulos de Génesis en la litera– tura contemporánea a los inicios del cristianismo y, más en concreto, la ima- La evolución de la imagen del cuerpo en la tradición pauiina

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