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203 Carlos Gil Arbiol REVISTA BÍBLICA 2018 / 3 4 judaísmo, relación con el Imperio, horizonte de su misión, estrategia mi- sionera, etc.). Todo ello hace muy difícil la tarea que abordamos y exige una toma de postura, una posición de partida por parte del intérprete que explique las coordenadas desde las que se sitúa, los presupuestos con los que lee y el horizonte de su interpretación. Este punto me parece especialmente importante, no solo a la hora de acercarse a Pablo, sino como condición previa a todo trabajo exegético. Hay un componente ético en este trabajo previo que no se puede eludir y está relacionado con la pregunta por las consecuencias de la interpretación que cada uno hace. Hay quien defiende que la investigación científica, por su carácter objetivo, debe ignorar las preguntas sobre su relevancia o con- secuencias y atenerse únicamente al método científico. Sin embargo, la pretendida objetividad de este método científico en las disciplinas históri- cas y humanistas ha sido puesta en entredicho, de modo que resulta muy difícil, por no decir imposible, sostener hoy que no existe una dimensión subjetiva en el trabajo exegético 1 . Halvor Moxnes ha hecho también consciente esta tarea poniendo sobre la mesa diversos aspectos que hay que tener en cuenta; recuerda que las preguntas y formas en que leemos están condicionadas por los lugares en que hemos habitado, los lugares geográ- ficos, sociales e ideológicos de los intérpretes con los que interactúo (que me han condicionado y con los que dialogo) y los intereses propios y de los lectores (imaginados o reales) a los que me dirijo, además de mis objeti- vos (explícitos o implícitos) 2 . Es parte de la responsabilidad ética del intér- prete, una elección 3 . Yo, por mi parte, anticipo aquí los presupuestos que me parecen más importantes para abordar el estudio de Pablo 4 . Todos ellos son discuti- bles, pero los estimo razonables, coherentes –entre sí y con las fuentes– y suficientemente justificados. En primer lugar, considero errónea la oposi- ción entre judaísmo y cristianismo como perspectiva de lectura; ni el se- gundo existía como religión ni se puede aceptar una mirada retrospectiva 1 Cf. M eeks , “Why Study the New Testament?”, 155-170. 2 Cf. M oxnes , Poner a Jesús en su lugar; id ., “Paisaje y espacialidad. Ubicación de Jesús”, 143-163. 3 Cf. S egovia – T olbert , Reading from this place v 1 social location and biblical inter- pretation in the United States; G il A rbiol , Pablo en el naciente cristianismo, 36-37. La reciente publicación del libro de Paula Fredriksen sobre Pablo es una muestra de la importancia de la perspectiva y presupuestos del lector en los resultados de la exégesis de los textos: F redriksen , Paul: the pagans’ apostle . 4 En lo que sigue, organizo de modo diverso y sintetizo los presupuestos que he anticipado en G il A rbiol , Pablo en el naciente cristianismo, 26-28, 37-40.
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