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228 LA CRUZ Y EL IMPERIO EN EL PROYECTO DE PABLO REVISTA BÍBLICA   2018 / 3 4 muerte del Señor hasta que venga” (1 Cor 11,26). Estos datos resultan co- herentes con los que Pablo afirma en Gal 3,1 cuando recuerda cuál fue su experiencia inicial, aquella que les hizo formar parte de la ekkl ē sía: “¡Gá- latas insensatos! ¿Quién os ha fascinado a vosotros, a cuyos ojos ha sido presentado Jesús Mesías crucificado?”  75 Parece, pues, que la incorporación al grupo de creyentes en el Me- sías crucificado estaba asociado a algún tipo de experiencia, revivida y ex- plicada ritualmente, en la que el creyente se asociaba a la muerte en cruz de Jesús. Este tipo de experiencias intensas, tal como hemos explicado más arriba, permite al sujeto que ha sufrido una crisis superarla mediante la in- corporación a su vida de algún tipo de innovación religiosa que permita recuperar el sentido y la coherencia de la vida. Esto no significa que todos los que aceptaron la “palabra de la cruz” en las asambleas paulinas fuesen personas en crisis, sino que este mensaje resultaba especialmente valioso para aquellos que se encontraban, por ejemplo, con dificultades para acep- tar su lugar en el Imperio romano. Entre estos podemos incluir empobreci- dos por las imposiciones económicas de la élite, o enriquecidos y, por ello, mal vistos por los demás, desplazados y humillados por su origen, lengua y condición de peregrini, esclavos con cultura y control sobre las finanzas de sus amos, mujeres autónomas que disponen de dinero y libertad, etc.  76 Muchas personas sufrían lo que se ha llamado “inconsistencia de estatus”, es decir, que su reconocimiento social no era coherente ni con su situación personal ni con su percepción de la misma (tenían diferente estatus objeti- vo, otorgado y subjetivo)  77 , y esto las hacía especialmente receptivas para 75  Cf. G il A rbiol , “Así vivían los primeros cristianos”, 67-78. 76  Dice W. Meeks: “La teoría de la disonancia cognitiva puede sugerir, además, las implicaciones del siguiente hecho: las personas relevantes de los grupos pau- linos, dentro de lo que sabemos sobre su posición social, tendían a acusar una no- table inconsistencia en los indicadores de estatus, y los grupos incluían a personas de diferente nivel en un grado inusual para aquella sociedad. Podemos conjeturar que los individuos que han progresado o declinado socialmente, que se encuentran en una relación ambigua con las estructuras jerárquicas, son especialmente re- ceptivas a los símbolos de un mundo desquiciado y en trance de cambio radical. Tales individuos pueden sentirse atraídos hacia un grupo que trata de ajustar su vida a ese nuevo cuadro de la realidad” ( M eeks , Los primeros cristianos urbanos, 280-281). T heissen , La religión de los primeros cristianos, 62-69, utiliza la “disonancia cognitiva” en otro sentido, para explicar que los primeros seguidores de Jesús uti- lizaron la convicción de la exaltación divina de Jesús para reducir la disonancia cognitiva o religiosa que había producido su muerte. 77  Sobre la relación entre la inconsistencia de estatus y la mayor o menor ten- dencia a la innovación religiosa, cf. S asaki , “Status Inconsistency and Religious Commitment”.

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