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221 Carlos Gil Arbiol REVISTA BÍBLICA 2018 / 3 4 sabilidad de la pureza de cada judío en sus propias fuerzas o en su voluntad para ser puro y santo, sino que ha sido Yahvé el que ha decidido hacer a todos igual que él, los ha justificado, porque no solo es “justo”, sino tam- bién “justificador” (díkaion kaì dikaiounta, Rom 3,26). El ejemplo del Crucificado que él se propone imitar es el espejo de Yahvé: como Jesús se vacía de sí mismo (ekén ō sen), se abaja (etapeín ō sen) y se somete (hyp ē koos), así hace Yahvé con Pablo y con todos los creyentes, considerarlos dignos de sí, aunque hayan cometido las mayores transgresiones, como la de ma- tar a un justo. La clave de la imitación es fundamental para entender el al- cance teológico de la muerte de Jesús: Jesús muere imitando al Padre 54 . La expresión más elocuente de este cambio es la utilización de la categoría de “reconciliación” (katallag ē , katalláss ō , cf. Rom 5,10; 11,15; 1 Cor 7,11; 2 Cor 5,18-20) para explicar la acción de Dios respecto a los pecados de los creyentes. Este modelo, tomado del mundo de la política, le permite a Pablo subrayar el protagonismo fundamental deYahvé en toda la historia de Jesús frente a las metáforas expiatorias que modifica, como la de Lv 16 en Rom 3,24-26. Cuando dos naciones –o un matrimonio– se enemistaban por la ofensa de uno al otro, el mecanismo del honor mediterráneo esperaba que el ofensor reparara la ofensa para rehacer los lazos rotos (cf. 1 Cor 7,11). Sin embargo, cuando Pablo aplica este mecanismo a Dios, lo altera para describir la iniciativa voluntaria del ofendido para rehacer los lazos ro- tos por el ofensor: “Cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo [ejthroì óntes kat ē llág ē men t ō the ō dià tou thanátou tou huiou autou]” (Rom 5,10) 55 . A diferencia del mecanismo ex- piatorio, que exige del creyente un sacrificio, una ofrenda, la iniciativa de reparar el daño y recuperar la relación, este nuevo paradigma que descubre en la cruz hace descansar toda la responsabilidad en Dios, sin pedir nada por parte del creyente. Se trata, como explica Pablo en el mismo contexto, de la decisión libre, voluntaria y gratuita de Dios de “no tomar en cuenta 54 En Rom 5,19 (hósper gàr dià t ē s parako ē s tou henòs anthr ō pou hamart ō loì katestáth ē san hoi polloí, hoút ō s kaì dià t ē s hypako ē s tou hénòs dókaioi katastath ē sontai hoi polloí), Pablo está jugando con los opuestos parako ē s-hypako ē s, en paralelismo a parapt ō matos-dikai ō matos (tropiezo-rectificación) de Rom 5,18. En ambos casos no se está poniendo el peso en lo realizado por Jesús, sino en lo que Dios declara y realiza en ese gesto de Jesús, como explica Pablo en el principio que orienta esta sección de la carta: “La prueba de que Dios nos ama es que el Mesías, siendo no- sotros todavía pecadores [hamart ō l ō n], murió por nosotros” (Rom 5,8). Esa obe- diencia es la que Pablo considera una imitación de Dios en Flp 2,8: Jesús realiza en su muerte una imitación del modo de ser y actuar de Dios. 55 Cf. F itzgerald , “Paul and paradigm shifts”.
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