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220 LA CRUZ Y EL IMPERIO EN EL PROYECTO DE PABLO REVISTA BÍBLICA   2018 / 3 4 repite al final de Gal con su propia letra: “¡Dios me libre de gloriarme [kaujasthai] si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por la cual el mundo es para mí un crucificado y yo un crucificado para el mundo!” (Gal 6,14). Esta es la misma idea que recorre todo el evangelio de Marcos: la confesión del centurión en Mc 15,39, en la que culmina la revelación de la identidad de Jesús, afirma su filiación precisamente en la cruz: “Al ver el centurión, que estaba frente a él, que había expirado de esa manera, dijo: ‘Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios’”  50 . Pablo también utiliza esta idea de la filiación para subrayar la reve- lación de Dios en el acontecimiento de la cruz. Para él, Jesús crucificado es el “hijo de Dios” (cf. Gal 1,16). En la cultura mediterránea, el hijo repro- duce la misma imagen del padre  51 ; por eso es paradójico que sea en la cruz donde se descubra esta particular filiación. En realidad, lo que Pablo está subrayando es precisamente la identidad del Padre que se descubre en el Hijo crucificado. El texto que hemos citado antes, donde Pablo recoge su experiencia espiritual, subraya la filiación de Jesús precisamente en la cruz: “Con Cristo estoy crucificado; y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Esta vida en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios” (Gal 2,19- 20); este es el objeto de la revelación a la que apela en Gal 1,16: “Cuando aquel que me separó desde el seno de mi madre y me llamó por su gracia, tuvo a bien revelar en mí a su Hijo…” Para explicar esta novedad teológica, Pablo utiliza varias imágenes que alteran los procedimientos de relacionarse con Dios. Aunque cite y uti- lice los mecanismos expiatorios para hablar del modo de relacionarse con el Dios Padre de Jesús, Pablo altera algunos principios  52 . En Rom 3,24-26 desplaza el peso del lenguaje de purificación hacia el de la justificación, en coherencia con la novedad teológica  53 . Ya no descansa el peso y la respon- 50  Cf. B yrne , “Paul and Mark before the cross”; K ok , “Does Mark Narrate the Pauline Kerygma of ‘Christ Crucified’?”; M arcus , “Mark Interpreter of Paul”. 51  «Cuando el padre muere, es como si no muriese, pues deja tras de sí un hijo semejante a él” (Sir 30,4). Asimismo, Dion Casio, historiador romano del siglo ii , escribió: “Habéis hecho bien imitando a los dioses y emulando a vuestros padres al traer hijos al mundo, del mismo modo que vuestros padres hicieron con vosotros. […] [Un hijo] es imagen de vuestro cuerpo y alma hasta el punto de que, al crecer, se convierte en vuestro yo” ( D ion C asio , Historia romana LVI 3,1); G uijarro O porto , Fi- delidades en conflicto, 143. 52  Pablo no cuestiona explícitamente las metáforas expiatorias, aunque introdu- ce modificaciones. Sobre algunos de los problemas de estas imágenes, vistas con una mentalidad moderna, cf. F inlan , Sacrifice and atonement . 53  La relación de ambos conceptos, sin que se perciba un desplazamiento, tam- bién puede observarse en algunos textos de Qumrán: 1QS 11,12-13.14-16.

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