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208 LA CRUZ Y EL IMPERIO EN EL PROYECTO DE PABLO REVISTA BÍBLICA 2018 / 3 4 Estos tres textos de tradición helenista (algunos quizá de origen pa- lestinense) revelan que las experiencias aludidas en los relatos de resurrec- ción –incluyendo el encuentro de la tumba vacía– no les hicieron ignorar el acontecimiento de la cruz de Jesús, sino más bien todo lo contrario: le die- ron una dimensión e importancia mucho mayor. Esto es coherente, además, con la importancia que adquirieron algunos textos veterotestamentarios que les sirvieron para interpretar con sentido esa muerte –no la resurrec- ción–, como la figura del Siervo deYahvé (por ejemplo, Is 53) o la del Jus- to que sufre injustamente (por ejemplo, Sal 22), además de otras 12 . La cer- teza de la resurrección, por el contrario, no necesitaba explicación, puesto que formaba parte de la cosmovisión de la mayoría de judíos para el día final. La muerte en cruz del Mesías resultaba del todo extraña e inesperada, y necesitaba una explicación. Esto fue posible gracias a esas figuras de sen- tido que permitieron comprender el fracaso de la cruz con elementos toma- dos de la Biblia griega, la que utilizaron los helenistas. De este modo se mantenían dentro de las fronteras de su propia tradición, pero incorporando algunas novedades de grandes consecuencias a la larga. La gran innovación que introdujeron estos helenistas –frente a los he- breos– fue la interpretación expiatoria de su muerte, fruto del uso de figuras veterotestamentarias, como el Siervo de Isaías (Is 53) o el Día de la Expia- ción (Lv 16) 13 . Ambas han dejado alguna huella en tradiciones que provie- nen de los helenistas. La figura del Siervo parece haber influido en Rom 4,25 y 1 Cor 15,1-8 (ambos de origen helenista 14 ), cuando se afirma de Jesús “que fue entregado [paredóth ē ] por nuestros pecados”, en alusión a LXX Is 53,6: “El Señor lo entregó [paréd ō ken] para nuestros pecados”. La figura del Día de la Expiación puede adivinarse en Rom 3,24-26, relacionado con Lv 16 por la repetición de hilast ē rion, la tapa del arca dondeYahvé se hacía pre- sente y era salpicada por el sacerdote con la sangre del cabrito 15 . Las conse- era conocida en rituales helenísticos; cf. B etz , “Transferring a ritual”, 84-118, y M eeks , Los primeros cristianos urbanos, 246-257. 12 La muerte de los profetas (Mc 12,1-9; Lc 13,34-35…) o la del juicio final (Is 8,14; Am 8,9-10…); cf. G il A rbiol , “Las interpretaciones de la muerte de Jesús”. 13 Cf. S chenke , La comunidad primitiva; P enna , I ritratti originali di Gesù il Cristo . Véanse las diferentes figuras veterotestamentarias y su peso en los argumentos de Pablo, algunos heredados de los helenistas: A ndrew D as , Paul and the stories of Is- rael grand thematic narratives in Galatians . 14 Cf. B reytenbach , “The Septuagint Version of Isaiah 53 and the Early Christian Formula ‘He Was Delivered for Our Trespasses’”. 15 Sobre el carácter prepaulino de este texto, cf. K asemann , Commentary on Ro- mans, 92, y M eyer , “The pre-Pauline formula in Rom 3:25-26a”, 198-208.
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