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206 LA CRUZ Y EL IMPERIO EN EL PROYECTO DE PABLO REVISTA BÍBLICA 2018 / 3 4 1. Pablo en el entramado de círculos de creyentes en Jesús Tal como hemos anticipado, partimos del presupuesto del marco judío del movimiento iniciado por Jesús. Tanto él como sus primeros segui- dores durante la primera generación se movieron en el marco de la identi- dad judía. Sin embargo, esta identidad estaba en debate y era objeto de enorme controversia entre los mismos judíos (hablaremos de ello más ade- lante). Para el tiempo en el que Pablo entra en la escena de este drama, los seguidores de Jesús habían sufrido una división entre helenistas y he- breos 6 , que el mismo Lucas, autor de Hechos, menciona en Hch 6,1. Esto significa que desde muy pronto y en Jerusalén surgieron dos nuevos grupos (¿sectas?, ¿hairéseis?, cf. Hch 24,24) dentro del judaísmo que se sumaron a los que ya existían, aunque las fronteras de estos no estaban tan definidas como las de esenios o saduceos, por ejemplo: creyentes en Jesús de lengua griega y nacidos en la diáspora y creyentes en Jesús de lengua hebrea y ori- gen palestinense. Quizá se les llamaba “nazoreos” (naz ō raí ō n haíresis, Hch 24,5) a los primeros y “mesiánicos” (jristianoí, Hch 11,26) a los se- gundos, puesto que se reunían en sinagogas diversas (Hch 6,9) por razón de la lengua. En cualquier caso, estos dos grupos de seguidores de Jesús vinie- ron a engrosar la lista de grupos dentro del judaísmo. Ambos compartían la certeza de que aquel crucificado a manos de los romanos era el Mesías esperado y, por tanto, tenían una visión mesiáni- ca del judaísmo. Pero les separaban, además de la lengua, las consecuen- cias que unos y otros sacaban de la muerte y resurrección de Jesús. Los de lengua hebrea se afirmaron en la validez de las propias tradiciones ances- trales, incluyendo el valor del templo y la Torá, mientras que los de lengua griega comenzaron muy pronto a mostrar una distancia problemática res- pecto a estas dos instituciones judías. Dicho de otro modo, los hebreos in- trodujeron una innovación que fortalecía y radicalizaba esas instituciones tradicionales, mientras que los helenistas introdujeron una innovación que las relativizaba, cambiando el perfil social de los miembros de este gru- po 7 . Solo conocemos con cierta seguridad algunas de las consecuencias que tuvo su particular comprensión del acontecimiento de Cristo, pero des- conocemos sus motivos, y solo podemos conjeturar sobre ellos. Explico brevemente mi tesis. 6 Cf. G uijarro O porto , “La primera generación en Judea y Galilea”, y G il A rbiol , “La primera generación fuera de Palestina”. 7 Cf. G il A rbiol , “El impacto de la muerte de Jesús y sus primeras consecuen- cias”.
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