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148 CARLOS GILARBIOL 11 ,17ss), donde se percibe una estrecha relación entre ciertos comportamien– tos sexuales y abusos en la comida y bebida (orificios del cuerpo). Esta misma relación Pablo la hace explícita también en Gal 5,16-24 y en Rom 13,13, por 10 que no la podemos considerar casual u ocasional. Así pues, la conexión entre los banquetes y ciertos comportamientos sexuales pone en evidencia la validez y utilidad del modelo de M. Douglas sobre el cuerpo, puesto que éste parece convertirse en puerta simbólica por la que penetran las amenazas exteriores a la comunidad. Así mismo, reclama la conveniencia de un modelo que explique el tratamiento de la amenaza a un universo simbólico en construcción. Según Berger y Luckmann, estas amenazas son asimiladas mediante una serie de mecanismos compuestos por un aparato de diagnósticos, un c.uerpo de conocimiento que incluya una teo– ría de la desviación, y un sistema conceptual para la curación del desviado. Para ello, se procura explicar las definiciones de la realidad consideradas desviadas según los conceptos del propio universo simbólico. No se trata sólo de asignarles un estatus ontológico negativo, sino de analizar detalle a detalle, su propio sistema de legitimación para explicarlos traduciéndolos en conceptos derivados del propio universo simbólico: es algo similar a engu– llirlos. De este modo, sutilmente, el ataque se convierte en un fortalecimien– to del universo "oficial" !6. n. LA ASIMILACIÓN DE LA AMENAZA 2.1. Diagnóstico: idolatría El diagnóstico que Pablo hace es que estos comportamientos relaciona– dos con banquetes y ciertos usos de la sexualidad suponen un peligro de ido– latría por la estrecha relación que existe en su contexto entre ellos y los uni– versos simbólicos de algunos cultos o visiones paganas. Así, por ejemplo, el incesto era un comportamiento legitimado por la teología en tomo a Isis y Osiris!7; los ¡laAaKOi mencionados en 1 Cor 6,9 aparecen en numerosas oca– siones relacionados con el culto a Deméter, Isis, y otros dioses!'; así también, 16 Cf. Berger _Luckmann, La construcción social..., 145-148. 17 Entre las atribuciones y cualidades de Osiris, está la de ser nombrado "el marido de su madre". nombre heredado deAm6n: Textos de las pirámides 1652b; editados por: K. Sethe, Berlin 1908. Porfirio. según Eusebio, consideraba a Osiris indisolublemente unido a Isis por nacimiento, por relacio– nes matrimoniales y por parentesco: "la tradición le ha hecho a Osiris esposo, hermano e hijo" de Isis: Eusebio, Preap. Evang. 3,11,51. De igual modo, el epíteto "Toro de tu madre" aplicado a Osiris se rela– ciona con el incesto como uno de los temas tradicionales de la historia mítica: Cf. J. G. Griffiths, The conflict ofHorus and Se,thfrom Egyptian and classical sources; a study in andent mythology, Liverpool University Press, Liverpool 1960,91-92. Estas costumbres influyeron directamente en el comporta– miento familiar de los Ptolomeos: Diodoro de Sicilia, Bibliotheca Historica 1 27,1. 18 Filón, De specialibus legibus 1 319-336; III 7,40; De Vita Contemplativa 54-63; De Vita Moses 54. Cf. 1. H. Elliott, "No Kingdom of God for Softies? Or, What was Paul Saying?", BTB 34

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