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LA CONSTRUCCIÓN DE LA EKKAH¿IA ATRAVÉS ... 153 Pablo con los ElSúlAoAáTpm, probablemente por su relación con diversos cultos paganos en los que esos comportamientos tenían su expresión en el marco de banquetes idolátricos 25 • Su prohibición responde igualmente a la necesidad de cerrar fronteras frente a la amenaza de idolatría. El discutido problema al que se refiere Pablo en ICor 11 ,2-16 tiene lugar en el contexto, de nuevo, de una comida (ver: 1 Cor 11 ,17ss) , lo que significa, por lo menos en parte, que estamos ante cuestiones suscitadas por las mismas o similares amenazas externas que las que hemos visto. Aquí, estos peligros toman la forma de discusiones por la apariencia y el rol de varones y mujeres. Podemos distinguir dos grupos diferenciados, a los que Pablo responde independientemente. Por una parte está un grupo que, más allá de proclamar la igualdad de roles en la comunidad, pretende eliminar los signos externos de identidad de género, haciendo que los varones se presenten con rasgos femeninos (KoTa KEq,OAijS EXúlV 1 Cor 11 ,4) Ylas mujeres con rasgos masculinos (aKOTOKa– AÚlTTú! Tí] KEq,OAíj ICor 11 ,5)26. Pablo ha presentado poco antes a los 1l0AOKOl y apUEVOKOLTm (1 Cor 6,9), quienes se distinguían, precisamente, por su alteración en los rasgos y roles sexuales y de género 27 ; estos compor– tamientos estaban relacionados con la bebida y los banquetes, coino lo está también este conflicto, (cf. ICor 11 ,21: IlEeÚúl); además, la preocupación que muestra Pablo en 1 Cor 14,23 por la imagen ante los de fuera indica que existía el peligro de confundir las asambleas de la ÉKKAT]ulo con reuniones 25 Cf.la nota 15. 26 Estas expresiones se han entendido a partir de ICor 11,15, donde por primera vez se men– ciona el "velo" ('ITEpt~OAa(01J); así, por ejemplo: D. W. J. Gill, "The importance of Roman Portraiture for Head·covering in lCorinthians 11:2-16", JYndale Bulletin 41.2 (1990) 245-260; B. Winter, After Paul Lefl Corilllh ..., 121-141; D. G. Horrell, The Social Ethos..., T. & T. Clark, Edinburgh 1996, 170. Sin embargo, no necesariamente deben entenderse así, como piensan, por ejemplo, W. Bauer y F. W. Danker, KOlláw, in BDAG, 557; W. J. Martin. "1 Corinthians 11:2-16: An Interpretation", in: Gasque– Martin (eds.), ApoflOlic History and the Gospels, Patemoster, Exeter 1970,231-241,233; J. Murphy– O'Connor, "Sex and Logic in 1 Corinthians 11:2-16", CBQ 42 (1980) 484-487 (que recoge el testimo– nio de Juvenal 2,96, en el que se presenta el pelo largo en varones como signo afeminado, la mi.sma interpretación que W. Bauer y F.W. Danker); A. Padgett, "Paul on Women in the Chruch: The Contradictions of Coiffure in 1Cor 11.2·16", JSNT20 (1984) 69-86,70; T. Radcliffe, "Paul and Sexual Identity: 1 Corinthians 11:2-16", in: J.M. Moskice (ed.),After Eve: Women, Theology and Ihe Christian Tradiclion, Collins, Landan 1990, 62-72, 68. Algunas analogías: en EvTm 22 y 114 se menciona el hacerse var6n la mujer o viceversa como condici6n para entrar en el reino; en HchApPITe 25,1 Tecla pide a Pablo cortarse la cabellera (Tl'EptKapoiJllat) para poder seguirla como discípulo y anunciar la palabra de Dios como Pablo (decisión que toma tras renunciar al matrimonio por escuchar a Pablo); la confusi6n de sexos por cortarse el pelo las mujeres al estilo de los varones está atestiguada en otros auto– res: cf. Photius, Bibliolheca Codex 94 (76b,40). 21 er. J. H. ElIiott, "No Kingdom of God for Softies'? ..; D. B. Martin, "Arsenokoites and Malakos: Meaning and Consecuences", in: R.L. Brawly (ed.), Biblical Ethics alld Homosexualiry: Lislelling ro Scripture, Jobo Knox, Luisville 1996.

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