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150 CARLOS GIL ARBIOL fronteras, los orificios del cuerpo, porque simbolizan las "puertas" de la comunidad; a través de ellos puede penetrar simbólicamente en el cuerpo comunitario la impureza o la contaminación, que son formas de idolatría. Por tanto, sería lógico pensar que las amenazas de idolatría fuesen atajadas sim– bólicamente en aquellas situaciones de riesgo en las que están implicadas las fronteras del cuerpo físico. Estas puertas son, básicamente, dos: las comidas y las relaciones sexua– les 2l • Ambas son abordadas 'por Pablo utilizando esta analogía: lo que entra indebidamente en el cuerpo físico contamina a todo el cuerpo social (EKKATf ola) porque se hace una sola cosa con ello. La conexión que le lleva a Pablo a tal conclusión es teológica, como podemos ver en dos textos en los que aborda explícitamente el "tráfico" de tales "puertas". En 1 Cor 10,16-17.21, en lo referente a las comidas dice: "oo. El pan qne compartimos, ¿no es acaso comunión con el cuerpo de Cristo? Porque uno solo es el pan y, aun siendo muchos, un solo cuerpo somos, pues todos participamos del mismo panoo. No podéis participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios". En 1 Cor 6,15-18 en lo referente a la TTopvEla dice: "¿No sabéis que quien se une a la prostituta se hace un solo cuerpo con ella? oo. Mas el que se une al Señor, se hace un solo espíritu con él. ¡Huid de la fornicación! Todo pecado que comete el hombre queda fuera de su cuerpo; mas el que fornica, peca contra su propio cuerpo. ¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo?"22. La contaminación que supone para el cuerpo social un inadecua– do uso de los orificios del cuerpo se convierte en idolatría por la compren– sión teológica de ambos cuerpos en estrecha analogía: el cuerpo físico es "templo del Espíritu Santo" y la EKKAT]ola es el "cuerpo de Cristo". Por tanto, el descuido de tales fronteras físicas hace que penetre la idolatría en el "templo del Espíritu Santo" y en el "cuerpo de Cristo". Inversamente, Pablo utiliza este mismo modelo cuando habla de los "enfermos" en 1 Cor 11 ,29-30: "Pues quien come y bebe sin discernir el cuerpo, come y bebe su propia condena. Por eso hay entre vosotros muchos enfermos, muchos achacosos y mueren no pocos". Del mismo modo que puede penetrar en la EKKAT]ola la contaminación (idolatría) por el descuido de los orificios del cuerpo físico (¡.lll 8WKplvwv TD oWJ.w ICor 11,29), inversamente, puede entrar en el cuerpo la contaminación (enfermedad) por el descuido de las fronteras simbólicas del "Cuerpo de Cristo" (Il~ 8w– Kplvwv TD oWlla). Por tanto, para Pablo, este modelo funciona en ambas direcciones: bloqueando o permitiendo el paso de un cuerpo a otro, bien la 21 Cf. Neyrey, "Body Language in 1 Corinthians... , 138-149. 22 En ambos casos Pablo recurre a citas del AT para confirmar su teoría: Ex 32,6; Nm 21,5– 6; 25.1-9 en, el primero; Gn 2,24 en el segundo.

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