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C a r l o s G i l A r b i o l 378 2. LA URGENCIA ESCATOLÓGICA La urgencia escatológica (cf. 1 Tes 4,13-18; 1 Co 15,51-53) tampoco es una característica exclusiva del proyecto de Pablo, pero en él aparece con una claridad e intensidad sin parangón, en parte debido a que no conserva- mos más textos de la primera generación (a no ser el Documento Q, también marcado por la próxima venida del Hijo del Hombre 12 ). Aunque esta urgencia fuese compartida por otros, parece que Pablo exprimió a esta circunstancia todo su jugo, haciendo de ello una bandera que caracterizaría su proyecto. Su reflexión sobre el tiempo presente (cf. 1 Co 7,29-31; 10,11-12; 2 Co 6,2; Rm 8,18-27; etc.) como un tiempo breve debió de ser determinante en el inicial éxito de su misión 13 . Esto le dio al proyecto de Pablo un carácter temporal (coyuntural, contingente) orientado al acontecimiento futuro de la parusía. Este tiempo de transición (entre la justificación y la salvación) se vivía como un tiempo de resistencia en el que la visión del mundo coincidía en parte con la visión apocalíptica que compartían otros muchos judíos 14 y que hacía un diagnóstico negativo de la realidad presente y proyectaba la esperanza de justicia y paz en ese tiempo venidero 15 . El ínterin Pablo lo vive, por una parte, con cierto desapego de estructuras y autoridades políticas (como voy a subrayar luego) que le obligaron a pensar el tiempo presente como un parto doloroso (Rm 8,18-25) y, por otra, con un enorme entusiasmo y entrega por congregar al Israel de Dios y presentarlo como “novia” para la inminente boda que terminaría el tiempo de noviazgo (cf. 2 Co 11,2). Esta combinación va a añadir al proyecto de Pablo mayor ambigüedad todavía por esta combinación 12 Cf. Q 17,23-22,30; S. G uijarro O porto , Dichos primitivos de Jesús: una introducción al “Proto-evangelio de dichos Q” (Sala- manca 2004) 47-48. 13 Cf. H. R äisänen , El Nacimiento de las creencias cristianas (Salamanca 2011) 151-156. Sin embargo, este autor considera que ya Pablo “espiritualiza” e “individualiza” la esperanza de un reino inminente. Yo creo que los textos en que se basa para ello tienen una dimensión apocalíptica mayor de lo que Räisänen les otorga. 14 Sobre la importancia y relevancia de la comprensión apocalíptica de la historia ver A. P ortier -Y oung , Apocalypse Against Empire: Theologies of Resistance in Early Judaism (Grand Rapids 2011). Sobre el debate del carácter apocalíptico del pro- yecto de Pablo ver B. R. G aventa , Apocalyptic Paul: cosmos and anthropos in Romans 5-8 (Waco, Texas 2013) y J. L. M artyn , “De-apocalypticizing Paul: An essay focused on Paul and the Stoics by Troels Engberg-Pedersen”: JSNT 86 (2002) 61-102. 15 Sobre la función social de la imaginería y lenguaje apocalíptico ver: W. A. M eeks , “Social functions of Apocalyptic Language in Pauline Christianity”, en: D. H ellholm (ed.), Apocalypticism in the Mediterranean World and the Near East (Tubinga 1983) 687-705.

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