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E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i ó n 407 de una legitimación de su reconciliación, de las tradiciones que apelaban a ambos y una sanción de su único liderazgo 102 . Su misión conjunta, según la memoria de aquellos cristianos, tuvo un papel fundamental para la fundación de la comunidad de Roma 103 . En Hch Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misión a los paganos; en HchPed es al revés: Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente ( HchPed 4-7) 104 . Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta, a su vez, la de las cartas deuteropaulinas, en las que todavía se le recuerda a Pablo como único apóstol. Con el tiempo, también esta memoria de Pablo más suavizada tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demás apóstoles, especialmente la de Pedro; la literatura narrativa de los hechos (canónicos y apócrifos de ambos) jugó un papel decisivo 105 . Así pues, la imagen de Pablo se transformó; se reconoció su apostolado, su entrega, su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente. En el siglo II Pablo mostraba una formación elitista; era ejemplo de transformación (conversión); era fiel a Israel, que se había desviado; se superpuso a la figura de Cristo; era mártir legitimado. III. CONCLUSIÓN El conjunto de características que hemos escogido para definir el pro- yecto de Pablo en el marco de la misión de los primeros seguidores de Jesús no tuvo continuidad. Algunas de aquellas por las que más se había empeñado Pablo acabaron con su muerte. Sin embargo, sus asambleas tuvieron un éxito póstumo que Pablo no esperaba: la continuidad en el tiempo de unos grupos pensados con fecha de caducidad. En este sentido, quizá podríamos hablar también del éxito del fracaso de Pablo. Sin embargo, su proyecto, tal como lo 102 Cf. IgRm 4,3; 1Clem 5,4-5; Ireneo, Adversus Haereses 3,1,1; Tertuliano, Adversus Marcionem. 4,5; Praescriptio 36; Eusebio, Historia Eclesiástica II 25,1-8 (citando aquí a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades de Corinto y Roma). 103 Hasta el punto de sustituir a Rómulo y Remo como fundadores de Roma: Gregorio Magno, Sermo 82. 104 A. P iñero S áenz – G. d . C erro C alderón , Hechos apócrifos de los apóstoles I . Hechos de Andrés, Juan y Pedro (Madrid 2004) 545-569. 105 Cf. P ervo , Pablo después de Pablo, 298-300.
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