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E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i ó n 389 empeñado Pablo se acabaron con su muerte; otras, sin embargo, sí continua- ron, hasta el punto de que podríamos hablar también del éxito del fracaso de Pablo. Sin embargo, el proyecto de Pablo, tal como lo hemos definido en el punto anterior, fracasó en el sentido de que Pablo no logró que Israel se transformara en el Israel de Dios o, dicho de otro modo, que Israel recuperara su original vocación a reflejar el rostro de Yahvé (cf. Ex 33-34 y 2 Co 3,12-18) tal como él lo había descubierto en la cruz de Jesús. Pablo había experimentado un primer fracaso en Antioquía, anuncio del que vendría después: su idea de una mesa compartida que caracterizara la ἐκκλησία de judíos y gentiles (como paso previo al Israel de Dios) se había visto truncada por la intransigencia de Santiago y otros seguidores de Jesús de Jerusalén (Ga 2,11-14). Esto había provocado el inicio de la misión inde- pendiente y la decisión de “no construir sobre cimientos puestos por otros” (Rm 15,20). Curiosamente, al final de su vida, experimentó un fracaso similar por circunstancias parecidas: la colecta que llevó a Jerusalén para paliar la escasez de los creyentes judeos parece que no fue aceptada. El silencio de Lucas, que conocía el tema (Hch 24,17) pero no lo relata (probablemente porque sabía que había sido rechazado), resulta muy elocuente y parece un dato seguro 42 . Ambos fracasos como una “inclusión biográfica” de su misión ofrecen una idea de lo que llamamos fracaso de su misión. Sin embargo, el fracaso no dio lugar al final de este proyecto sino a su transformación. Tras la muerte de Pablo, los indicios sobre el devenir posterior de su misión son la literatura postpaulina (conservada en Col, Ef y Pastorales), la literatura narrativa (que nos ha llegado a través de Hechos de los apósto- les, Hechos apócrifos de Pablo, de Pedro, etc.). Además de esas son útiles las menciones diversas en las fuentes del siglo II, unas propaulinas (Marción), otras antipaulinas (Pseudoclementinas), aunque la mayoría conciliadoras de la memoria de Pablo y Pedro, las dos grandes figuras sobre cuyo recuerdo se construye el naciente cristianismo. En estas circunstancias la mayoría de las características que definieron el proyecto de Pablo fueron transformadas, eliminadas o sustituidas por otras 42 Cf. A. P uig i T àrrech – J. M. G. B arclay – J. F rey , The Last Years of Paul. Essays from the Tarragona Conference, June 2013 (Tübingen 2015). Agradezco a Armand Puig la deferencia de enviarme el material de las ponencias antes de su publicación (todavía sin publicar en julio de 2015). Sobre el tema de la colecta ver los instructivos trabajos de Reimund Bieringer (“The Jerusalem Collection and Paul’s Missionary Project: Collection and Mission in Romans 15.14-32”) y de Michel Quesnel (“The Collection for Jerusalem in the Context of Paul’s Missionary Project: Theological Perspectives”).

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