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C a r l o s G i l A r b i o l 384 personas provenientes de diferentes estratos y niveles sociales (excluidos los extremos) 30 . No obstante, parece que algunos de los más acomodados llegaron a la ἐκκλησία caracterizados por lo que Wayne Meeks llamó la “inconsistencia de estatus”, “personas cuyo estatus adquirido es superior al estatus atribuido” 31 . Algunos sociólogos han estudiado este fenómeno 32 y han mostrado que las personas que ocupan una posición elevada en ciertos ámbitos sociales pero bajo en otros reaccionan de modo previsible en varias direcciones: o se aíslan y rechazan el intercambio social; o manifiestan signos de estrés, que en algunas sociedades podría dar lugar a interpretaciones de posesión o similares; o bien desarrollan aptitudes de acción política que favorecen el cambio social. Así, “un alto grado de inconsistencia de estatus produce experiencias desagradables que inducen a las personas a intentar remover la inconsistencia cambiando la sociedad, cambiándose a sí mismas o cambiando la percepción de sí mismas” 33 . Este es el dato que subrayo al referirme a las personas marginales. Pablo no creó únicamente un lugar de acogida y reconocimiento para “los locos”, “los débiles”, “lo despreciable del mundo”, “lo que es [considerado] nada” ( τὰ μωρὰ, τὰ ἀσθενῆ, τὰ ἀγενῆ τοῦ κόσμου, τὰ μὴ ὄντα , 1 Co 1,26-28). Desde el punto de vista del patriarcado, en estas asambleas, efectivamente, se acogía mujeres y esclavos en igualdad de condiciones (1 Co 11,4-5; 7,22); desde el punto de vista étnico, los gentiles eran iguales que los judíos (Ga 3,28); desde el punto de vista de los valores sociales y culturales hegemónicos, los “necios” y “débiles”, sin formación ni capacidad, tenían un lugar privilegiado de reco- nocimiento y cuidado por parte de los “fuertes” y cultos (1 Co 1,26-28; 8,7-13); los que no tenían posibilidades económicas tenían un lugar con los que las tenían de sobra (1 Co 11,17-34), etc. Pero todos ellos no eran acogidos en las asambleas únicamente para lograr el reconocimiento que no lograban fuera. era “artesano libre o pequeño comerciante”. Cf. también B. H olmberg , Historia social del cristianismo primitivo (Córdoba 1995) 99-103. 30 Es muy útil diferenciar también los tiempos y lugares; el nivel social mayoritario en Jerusalén o Galilea no tiene por qué coincidir con el de las comunidades helenistas o con las paulinas; cf. H olmberg , Historia social del cristianismo primitivo, 100-101. 31 M eeks , Los primeros cristianos urbanos, 99-100 y 129. 32 Cf. E. G offman , La presentación de la persona en la vida cotidiana (Buenos Aires 1981); G. E. L enski , Power and privilege: a theory of social stratification (Nueva York 1966). 33 G. E. L enski , “Status crystallization: A non-vertical dimension of social status”: American Sociological R 19 (1954) 405-413 citado por M eeks , Los primeros cristianos urbanos, 99.

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