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El obispo franciscano « Vivió en palacio la vida religiosa en unión de varios religiosos más. Con frecuencia se lo veía a media noche, de rodillas y los brazos en alto, orando por su grey. Inflamado de amor, meditaba casi sin cesar los misterios de la Eucaristía y de la Pasión, dejándose arrebatar también con singular afecto por la devoción a nuestra Señora de los Dolores ». El apóstol « Hecho todo para todos, dejó en pos de sí ejemplos admirables de piedad, caridad, manse– dumbre, humildad y afabilidad, cuya causa debe buscarse en su unión íntima con Dios ». « Sensible a la cuestión social, trabajó intensa– mente por difundir las asociaciones católicas de obreros, y estableció en su diócesis de Solsona tres secciones concernientes a trabajadores de la fábrica o de la tierra, escuelas nocturnas y fiestas religiosas. Enamorado del culto divino y del esplendor de la casa de Dios, hizo construir a sus expensas tres iglesias y erigió numerosos altares ». 54