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los demás requ1s1tos previos a la apertura formal de la caysa. En 1969 firmaba el promotor de la fe sus observaciones, y e,n 1971 la respuesta el abogado defensor. En su reunión del 1 de marzo de 1977, la Congregación de las causas de los santos votó unánimemente a favor de la introducción de la del siervo de Dios Luis Amigó y Ferrer, decisión refrendada por la de la junta de cardenales el 5 de julio y ratificada por Pablo VI el 7 del mismo mes y año. En el decreto introductorio de la causa de bea– tificación y canonización del Padre Amigó se ponen sintéticamente de relieve algunos de los aspectos de su biografía subrayados en las páginas prece– dentes y que acrisolan su retrato hagiográfico: El fundador « El Espíritu Santo, que asiste de continuo sa– biamente a su esposa la Iglesia, nunca dejó de suscitar, en el transcurso de los siglos, hombres ilustres que, interpretando los signos de los tiem– pos, socorrieran en sus necesidades a la misma Iglesia. Entre esos hombres hay que contar al siervo de Dios Luis Amigó y Ferrer que, para atender a la juventud en peligro,' fundó dos con– gregaciones religiosas para los jóvenes de ambos sexos, una de hombres y otra de mujeres ». 53