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paradisíaco, perteneciente al pueblo de Escalante, pero separado de él por una lengua de mar; allí habían morado franciscanos desde los primeros tiempos de la Observancia en España (1421) y estaba sepultada la inadre de Don Juan de Austria. En su iglesia conventual fue fray Luis ordenado de presbítero el 29 de marzo de dicho año por el citado obispo, que seguía conviviendo con los religiosos y que lo había ordenado de diácono en la parroquia de la vecina villa de Santoña el 8 del mismo mes. Con las prisas de aquellos meses, todos olvidaron la cinta con que atar las manos al nuevo sacerdote . en su ordenación; se acudió en el último momento a las clarisas de Escalante, que tampoco la hallaron a propósito, por lo que hubo de contentarse con un lazo de seda que sujetaba un ramo de flores en su iglesia: el Señor quiso que también en acto tan solemne ejercitase la pobreza. No menos la vivió en su primera misa, celebrada el 4 de abril, día de la Virgen de los Dolores, sin otra pompa que la asistencia del prelado. Ya antes de esa fecha le había urgido éste a ejercer el apostolado del confesonario. También le instó a la predicación, y en uno de esos sermones primerizos, que llevaba aprendido de memoria, ésta le falló por completo, pero él continuó hablando como le inspiró el Señor. Y, efecto sor– prendente, cuanto más · confuso y abochornado 25