BCCCAP00000000000000000000775

49 comprender su dimensión pública y privada, así como la posibilidad de comprender su sentido en alguno de los lugares estudiados. El estudio de los espacios domésticos desde el punto de vista de su ca- rácter público o privado nos ha revelado la enorme ambigüedad de muchos de estos espacios, especialmente para un lector moderno que no comparte el mismo universo simbólico. La clasificación tradicional que separaba la casa griega entre la zona de los varones y la zona de las mujeres resulta in- suficiente por varias razones: primero porque se está produciendo en el pe- riodo neotestamentario una transformación de la casa griega por la influencia de la casa romana; segundo, porque la mayoría de los espacios eran enormemente flexibles y tenían diferente valoración dependiendo de la actividad, del momento del día o de las personas involucradas (así el dor- mitorio, el atrio o el vestíbulo); y tercero, porque los documentos literarios recogen casi únicamente los testimonios de la elite y tienen a menudo un interés retórico. Por otra parte, la casa es un término que engloba diferentes sentidos: familia, edificio, cohabitantes, linaje, etc. Los testimonios epigráficos nos han revelado también la enorme flexibilidad que existía en las relaciones que se establecían entre los diferentes habitantes de una casa (parientes, es- clavos, clientes, huéspedes, etc.), desde la fuerte vinculación y sentido de pertenencia a la misma casa, hasta la total independencia a pesar incluso de compartir espacios comunes. Estos datos nos han obligado a buscar unos criterios más objetivos de clasificación del espacio que nos permitan comprender el carácter público y privado de las asambleas paulinas a través de los textos. Así hemos creído encontrar estos cinco: la visibilidad (la presencia de alguien considerado ex- traño), el control (el grado de libertad de los subordinados y de control de los dirigentes), las fronteras (los indicios sobre las divisiones que separan los espacios y las personas), las funciones (si las acciones mencionadas reper- cuten en el ámbito político o doméstico) y el género (si las personas y fun- ciones tienen diferente valoración y significado realizadas por mujeres o por varones). Estos criterios no son absolutos, sino que remiten a una mayor o menor tendencia hacia lo público o lo privado. La aplicación de los cinco criterios que hemos detectado antes como principios para poder clasificar las dimensiones pública y privada de la ev kklhsi, a han dado como conclusión una clara preponderancia de la di- de la casa a la ciudad didaskalia xxxviii (2008)1

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz