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47 considerados por Pablo como inaceptables. Por medio de analogías (la del templo, la del cuerpo) Pablo desplazará el control propio del espacio público hacia el privado, haciendo que la dimensión pú- blica ev kklhsi, a penetre en la más privada de la casa. 3. El criterio de las fronteras nos ha mostrado que existía una tendencia entre algunos creyentes corintios (quizá algunos dirigentes) a dividir el espacio de la ev kklhsi, a para separar la dimensión pública de la pri- vada y evitar que ésta afectase a aquella; para ello utilizaron fronteras simbólicas, como la diferente cantidad y calidad de la comida, y físi- cas, como la división de funciones internas. Pablo elimina estas fron- teras implícitas a los lugares de reunión de la ev kklhsi, a , para mantener la incuestionable dimensión pública de ésta a la vez que permitió que los nuevos valores domésticos, fraternos, modificaran y transformaran la asamblea pública y el entorno. Varios datos de la carta apuntan a un lugar de reunión diferente de la casa rica; estos datos encajan mejor con la hipótesis de un lugar público. 4. El criterio de las funciones nos ha evidenciado la dimensión política de la construcción de la ev kklhsi, a como una ciudad/estado, a través de la profecía, mientras que la “oración en lenguas” parece limitarse a funciones más domésticas. Pablo separa ambas y le da una clara preponderancia a la primera como la que verdaderamente cons- truye la ev kklhsi, a . 5. El criterio de género, en continuación con el anterior, ha revelado que las mujeres asumieron roles de varones, propios del espacio pú- blico y que esta práctica alteró el equilibrio tradicional de la casa; para ello mujeres y varones tuvieron que transgredir las fronteras de la apariencia honorable. Pablo apoyó esta transformación poniendo límites que controlaban la imagen pública de la ev kklhsi, a . Por otra parte, la alteración del equilibrio provocó una reacción en contra que buscaba limitar las funciones públicas de la ev kklhsi, a única- mente a los varones; Pablo no lo aceptó. Todos estos criterios, según hemos visto, distinguen claramente entre las asambleas de “toda la comunidad” y las asambleas “domésticas”; en las primeras, es predominante el carácter público, mientras que en las segun- das domina el carácter doméstico. La diferencia de ambas pudo generar de la casa a la ciudad didaskalia xxxviii (2008)1

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