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38 97 Cf. A.C. Thiselton, 1Cor , 386; Fee, 1Cor , 200-201. 98 Cf. Aristóteles, Política 1272a,10: la ev kklhsi, a de la polis es convocada para votar las decisiones de los ge, rontej . 99 Cf. C. Gil, “La dimensión política de las comunidades paulinas: cuerpo, casa y ciudad en Aristóteles y Pablo”, en C. Bernabé y C. Gil (eds.), Reimaginando los orígenes del cristianismo , EVD, Estella, 2008, pp.283-305. u` mw/ n kai. tou/ ev mou/ pneu, matoj su. n th/| duna, mei tou/ kuri, ou h` mw/ n VIhsou / 5,4) para expulsar al po, rnoj 97 ; este respuesta de Pablo le da a la ev kklhsi, a una clara función política, ateniéndonos a los testimonios de Aristóteles 98 . La autoridad del Señor por encima de toda autoridad, como hemos visto en el punto anterior, es el argumento teológico que soporta este desplazamiento de lo público hasta abarcar también lo privado; lo público penetra en lo privado y con ello el control de los espacios y funciones. La ev kklhsi, a se ase- meja más a la polis que a la casa 99 . Lo mismo ocurre en dos textos relacionados con la imagen del cuerpo y su control. En 1Cor 3,16-17 Pablo recuerda a la comunidad en su con- junto: “sois santuario ( nao, j ) de Dios y el Espíritu de Dios habita ( oiv ke, w ) en vosotros”; el contexto deja claro que “sois” se refiere al conjunto de la ev kklhsi, a , no a cada individuo en particular. En 1Cor 6,19, por el contrario, Pablo utiliza la imagen de nao, j para referirse al individuo: “¿No sabéis que vuestro cuerpo ( sw/ ma ) es santuario ( nao, j ) del Espíritu Santo, que está en vo- sotros y habéis recibido de Dios, y que no os pertenecéis?” Pablo extiende el concepto público de nao, j hacia la comunidad ( ev kklhsi, a ) y hacia el cuerpo ( sw/ ma ) y, así, el control propio del espacio público se aplica a lo que cabría es- perar que es la dimensión estrictamente privada. La ev kklhsi, a y el creyente adquieren una dimensión pública. La fundamentación para este desplaza- miento es, de nuevo, teológica: “¡habéis sido comprados a precio de ho- nor!” ( hv gora, sqhte ga. r timh/ j 1Cor 6,20). Esta lectura encaja también en un espacio como el anterior; los líderes que han desatendido y descuidado aquello que creían privado (el compor- tamiento incestuoso, por ejemplo; 1Cor 5,1-8) podían haberse visto ani- mados por la separación física de la casa en las reuniones de la ev kklhsi, a ; un local público alejado de una vivienda es un contexto plausible para esta separación. 3) Las fronteras Según lo que hemos dicho respecto a las fronteras, a mayor división del espacio, mayor separación entre las funciones y personas que ocupan ese lu- carlos j. gil arbiol didaskalia xxxviii (2008)1
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