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37 nismos de control del espacio y de las funciones de un modo polémico. Así, en 1Cor 4,8 y 4,15 Pablo contrapone dos figuras de control: la del rey (el verbo basileu, w ) y la del padre ( path, r ); la primera la aplica irónicamente a los destinatarios de la carta, mientras que la segunda a sí mismo 93 . Como hemos visto, la primera es a la que Aristóteles atribuye el control del estado, mientras que a la segunda el control de la casa 94 . Ambas figuras representan dos modelos de control que dominan sobre espacios con funciones dife- rentes: los destinatarios parecen aspirar a un control del carácter público de la ev kklhsi, a , mientras que Pablo les presenta, como contrapartida, su con- trol de la dimensión privada. Veamos qué significa esta argumentación. Inmediatamente después, en 1Cor 5,1-5, el enfrentamiento de Pablo con los destinatarios de la carta muestra un ejemplo que tiene los mismos colores. Alguien está teniendo un comportamiento inadecuado desde el punto de vista de Pablo; sin embargo, la argumentación revela que su mayor interés no es la desviación moral del creyente en sí, sino la falta de control que ese comportamiento revela; por eso les echa en cara su “engrei- miento” y su “jactancia” (1 Cor 5,2.5), porque aceptan ese comporta- miento extraño que confunde la identidad del grupo, socava la originalidad del mensaje cristiano y muestra un enorme descuido de las cuestiones y comportamientos domésticos y privados. Los dirigentes locales debían ha- ber dirimido el caso y no lo han hecho, por lo que Pablo tiene que intervenir 95 . Los destinatarios de 1Cor no parecían preocupados por estas cuestiones do- mésticas, quizá porque pensaban que se trataba de un asunto privado que correspondía a la libertad de lo “invisible” (cf. 1Cor 6,12; 10,23), que no había necesidad de control sobre ello; tarea, en cualquier caso, propia del dueño de la casa o el “padre”, mientras que ellos se preocupaban de los asuntos públicos, del “rey”. Su concepción de la ev kklhsi, a es, por tanto, úni- camente pública, dejando de lado cuestiones referidas a lo privado. La res- puesta de Pablo busca extender el control de la ev kklhsi, a desde la dimensión pública (que aceptan los destinatarios) a la dimensión privada 96 . Para ello convoca a la asamblea ( ev n tw/ | ov no, mati tou/ kuri, ou [ h` mw/ n ] VIhsou / sunacqe, ntwn 93 Respecto al uso irónico, nótese la expresión “¡Os habéis hecho reyes sin nosotros! ¡Y ojalá reinaseis , para que también nosotros reináramos con vosotros!”, que refleja que de hecho no lo hacen; cf. A.C. Thiselton, 1Cor , 357. Pablo se presenta como padre, también, en: Flp 2,22 y 1Tes 2,11. 94 Cf. la nota 62. 95 Cf. W.A. Meeks, Los primeros cristianos urbanos: el mundo social del apóstol Pablo , Sígueme, Salamanca, 1988, p. 214. 96 Cf. R.F. Collins, 1Cor , 209. de la casa a la ciudad didaskalia xxxviii (2008)1
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