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18 1 Cf. ambas definiciones en los diccionarios al uso, por ejemplo, el de la Real Academia Española de la Len- gua. Aunque los campos semánticos no son totalmente coincidentes, “público” y “privado” funcionan como antó- nimos en la mayoría de usos. 2 Cf. Aristóteles, Política , 1260a.8-26; ahí explica Aristóteles cómo la relación del amo con el esclavo es una cuestión que afecta a la administración de la casa ( oiv konomi, a ), mientras que la relación del marido con la mujer y con los hijos es una cuestión que interesa al estado ( po, lij ). “En cuanto al marido y la mujer, al padre y los hijos y la virtud particular de cada uno de ellos, las relaciones que les unen, su conducta buena o mala, y todos los actos que deben ejecutar por ser loables o que deben evitar por ser reprensibles, son objetos todos de que es preciso ocuparse al estudiar la Política. En efecto, todos estos indivi- duos pertenecen a la familia, así como la familia pertenece al Estado, y como la virtud de las partes debe rela- cionarse con la del conjunto, es preciso que la educación de los hijos y de las mujeres esté en armonía con la organización política, como que importa realmente que esté ordenado lo relativo a los hijos y a las mujeres para que el Estado lo esté también. Este es necesariamente un asunto de grandísima importancia, porque las muje- res componen la mitad de las personas libres, y los hijos serán algún día los miembros del Estado”. 3 Ver la breve pero interesante distinción de M. Grahame entre la comprensión actual de privado y público y la del mundo antiguo, mostrando las claves de su evolución; M. Grahame, “Public and private in the roman house: investigating the social order of the Casa del Fauno” en: R. Laurence-A. Wallace-Hadrill (eds.), Domestic Space in the roman world: Pompeii and beyond (Journal of Roman Archaeology Supplementary Series 22), Ports- mouth, 1997, pp. 138-144. 4 Cf. J.H. Neyrey, “Teaching you in public and from house to house (Acts 20.20). Unpacking a cultural ste- reotype”, Journal for the Study of the New Testament 26(2003)69-102 (esp.78-81). 5 Por ejemplo: Tucídides, Historia , 2.40.2. Cf. J. Roy, “ Polis and oikos in Classical Athens”, Greece and Rome 46(1999)1-17; S.C. Humphreys, “Oikos and Polis”, en: Id., The Family, Women and Death , Univ. Michigan Press, Ann Arbor, 1993, pp.1-21. 6 Filón, Espec. Leg. 3.171. 1. El espacio privado y público Una primera clarificación que debemos hacer es la referente a la termi- nología. Existen dos binomios opuestos que no son totalmente equivalentes, aunque a veces su usen como tales: público-privado y político-doméstico. Ambos son construcciones sociales, porque dependen de la cultura en la que se apliquen; sin embargo no son intercambiables. El primer binomio (pú- blico-privado) generalmente separa la realidad en dos ámbitos excluyentes: lo público y lo privado; lo que afecta a uno está excluido del otro 1 . Sin em- bargo, el segundo binomio (político-doméstico) no es excluyente; hay as- pecto de la vida de la ciudad ( po. lij ) que afectan a la vida de la casa/familia ( oi= koj , domus ) y viceversa 2 . Un lector actual tiende a identificar “político” con “público” y “doméstico” con “privado”, porque a eso tienden las sociedades post-industriales. Sin embargo no era así en el Mediterráneo del siglo pri- mero, ni en lo referente a los espacios ni en lo referente a las funciones 3 . J. Neyrey 4 presenta muy acertadamente esta ambigüedad respecto a la terminología. Las dos instituciones básicas del mundo antiguo (la política y la familia, po, lij / oi= koj ) son asumidas como contrapuestas en la literatura griega 5 . Filón 6 presenta la dualidad asignando el gobierno de la primera a carlos j. gil arbiol didaskalia xxxviii (2008)1

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