BCCCAP00000000000000000000774

27S? FR. CA,VDIDO DE VINAYO. O F. M. CAP. da, a fin de sostenerla en todas las vacilaciones e im– primir en ella el impulso imprescindible para obrar el bien. Es también viento puro, porque parte del mis– ,mo corazón de Dios, autor de toda pureza, y de esta pureza se h,ace partícipe el aJma.. Por la gracia es como el alma se pUJrifica y hermosea de modo que parece reflejarse todo un cielo en ella. Este viento suave y puro es de todo punto necesa– rio para la vida espiritual. Sin él. el alma desfallece y muere, como la flor a la cual 1€~ falta la atmósfera adecuada. Sólo estB divino viento puede a mí soste– nerme y animarme, a fin de que pueda caminar por la senda del bien. Este viento, quB es la gracia de Dios, viene a ser el vltaJ aliento que el alma tiene que respirar. El es imagen del Espíritu Santo, el Santificador de las al– ma,s, quB en el~as derrama su gracia con sus dones. El Espíritu Santo viene sobre el alma a manera de viento, pues así vino sobre los apóstoles para llenar– los de sus carismas. Sólo cuando este divino Espíritu. irrumpe sobre el alma con sus dones, es cuando ,~Ha queda bañada por completo en un abismo de gracia, quB la llena, la transforma, la levanta sobre sus miserias y la de– ja totalmente embriagada, engolfada en divinos de– leites. Ven, Espíritu divá·no. y sopla en mi alma. Hinche– la con tu gracia ,para que toda ella se convierta en jardín de flores de exuberante lo7..anía. Tú eres ce– lestial viento que me llenas de vida, de vigor, de for-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz