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ESPIRITUALIDAD DE LA M. ANGELES SORAZU t73 Esta cita, empa,pada de ingenuidad y candor, no-s ha– bla de un alma polarlz~a desde sus prtmeros años, no hacia lo sorprendente y milagr,ero, sino hacia lo más sustancial que tiene la enseñanza de la Iglesia. Y , creemos, contra lo que alguien ha inisinuado en su critica, que se debe dar muc!ha más. consideración a este atractivo tan: sustancioso de la uiña Sorazu , que no a cuatro detalles y reacciones más o menos · discutibles .de la edad infantil. Más tarde y ya en plena vida mística, esta ,polariza– ción inicial se trueca en atracción imant1ada. Corno aguja magnética, Angeles Sorazu se sentirá más y más atraída hacia su libro· de c 1a,tecismo1 que compen-– ,dia las inef-ables verdades, objeto de sus -experiencias. Es altamente singular y digno de ser recogido por los tratadist,as, espirituales el que la M. Angeles ha.ga ; depender ,ol desarrollo de la primera noche mí.stica de las luces que vienen al alma del reflector del Cate– cismo. Habla.indo del pr~merr estadio del ,período que prepar,a la unión con Dios, .nos dice que "como ci:r– cunstancia agrava,nte de sus pecados se· impone· al aJ._ ma la ley divina, o sea, los mandamientos y demás obliga,ciones que como c;ristiana: tiene y están! conte– nidos en el Catecismo" (7). En un estadio poste<rior ·de este periodo purificativo es también el Catecismo instrumento primordiail. "Siente el alma, €1SCribe, un afecto y devoción especial a, los misterios de la fe cristiana, preceptos divinos y eclesiásticos y demás (7) La vida espiritual... , 2. 1 ed. del P. Pobladura. Ma,. <lrid, 1956, p. 53.