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ESPIRJTUALIDAiD '.DE LA ~ ANGIELES SORAZU 421 do el ú1timo adiós al siglo diecinue,ve, inauguramos el v,einte, implorando la •ílrotección de la Virgen Santí~ sima a favor. de todos los ihijos de Adán y Eva, des– terrados en .este vaU,e: de lágrimas". Y más adelante: "En gracia a cieérto espíritu de oración; y de súplica e tercesfón que se rupoderó de mi: alma Ia1 · noche de re– f,erencia, .hice muchas y fervorosas súplicas a Dios y a l1a, VJrgen Santísima, a f.avor del ·género humano. de la santa Ig,lesia, ,de mi comunidlad, de las almas del purgad:orio y tamibién de; los Angeles y Bienaven– tm1ados del cielo, solicit:ando para éstos muchos gra- · dos de glor1a accidentau" (7). El cora.zón de .Ja monja; ferviente que ora, en su re-, tiro se ensancha hasta quer,er 1asemejarse al corazón de Cristo, c,entro de Ia:s almas. Un eco de toda la creación Uegia hasta el oscuro rincón donde velaba la que entonces llamaban Sor Angeles Sorazu., Y es– ta monja, insigrnficante al mundo que Isa ignora, tie– ne amestos' ,para empujar, a todo nuestro mundo, ma– lo y pecador, paria que Vla,ya a ,purificarse en Cristo y con Crdsto purifica.ido entone el himno universa,! de la créación eintera 1ante la Majestad de Dios. Los teólogos discut,en si 18! concepción estricta del Cuerpo Místico de. Cristo, que es I,a; !glesLa•, compren– de también a los ángeles y ai los santos que gozan ya de Dios o si ha,y qille :oostringiirlo tan sólo a las rumas que militan en est,e mundo ba,jo 11,a, direc– ción e influjo de la Ig,Iesi,ai Aa;>Ostólic,a y Romana. No nos vamos 1a detener en estas disquisiciones, muy ,pro¡pias de la teología, a: Ja que i,ncumbe WecIBa'.I' el {'{) Autob~-OOrnf'ía...., P. 183-184.

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