BCCCAP00000000000000000000773

ESPIB.ITUALIDAD DE 3L,A M. ANOJ~ES SOH.AZ1i 4!U El epíteto de "santa", tan: reiteradamente repetido, oos dice que, pese a, las deficiencias humainas quiúnan– d1an con tanta fr,ecuenc.Ja, a la Iglesia visible, la Ma– dre Sorazu ve en ella ante todo a la esposa de Cristo, tal como nos la describe el a:póstol: "gloriosa, sin mancha o arruga o cosa semejante, sino santa e inta– chable" (Eph. 5, 27¡). El otro de "querida madre" viene a la pluma de la M. Angeles cuando su corazón rebosa ternura ante el recuerdo de sus sufrimientos y persecuciones. Así en la carta que escribe con motivo da la supuesta muerte del Padre Santo Pío X, doµde encontramos la reiterada expresión de "mi, santa ma– dre" y "mi santa y querida madr'e la Iglesia" (3). Es ésta la primera manifestaclóDi de la vivencia ín– tima que la.tía en el corazón de Angeles Sorazu res-• pecto de la Iglesia. Quizá para alguno peque de dema-– sirudo superficial. Hasta esos afectos de ternura po– drían intenpretarse con e:Sipíritu naturalista como trans– ferencias de los dulces r,ecuerdos ·· de un hogar lejano y .siempre nostálgico. Mas no; Angeles Sorazu no da motivo a interpretación de tan cortos alcances. Ange– l-Os Sora,zu penetra en la iprof1;1ncta teología de la di-• vina mi,sión de la Iglesia a través· de los tiempos y ve ante todo en ella el instrll;mento redentor que a lo la_rgo de los siglos va distribuyendo a manos henchi~ das de bondad los benefidos redentores de Cristo: la verdad y la gtacia. La verdad de Cristo nos la; comunica la Iglesia por · BU magisterio, veneradamente respetado por la M. So-· xiazu. Tan allá iba en su fe en esr:, rnagisterlo que, no (3) ltinera:rfo Míst-!co... , 2.' part<>, p._ 211-212.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz