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ESPIRITUALIDAD DE LA M. ANGELES SORAZU 9,71 plan de Dios que quiso darnos en Cristo todo lo que necesfüi,mos ,para ir al Padre. Que Cristo es el Cami– no,. la Verdad y Iai Vida · por su verdad, fragmentaria... mente comunicada poi' el viejo profe.tismo y que El nos trajo en su plenitud. Para San Juan de J,a. Cruz rnó. hay mejor viático y' más sustancioso manjar pa~ ·ra fortificar al alma en su penosa ascensión que el viático y el manjar fuerte de la fe, de esa fe cuyo co,nt:E•nido primordial son: los dogmas. La M. Ange... les veía remansada la virtud vivificante de esos dog– mas en su lil~rito de catequesis. No. otro ,camino había seguido Santa Teresa, en los tiempos d€ la primera, ieclosión subjetivista ·de la piedad protestante. Para la Santa el armazón de la vida espiritual es columhinamente simple. la · ver•dad. Mas esta vierdad la contemP,la ,en una perspectiva o doble vertiente que motiva las dos virtudes por to– do~ consideradas como fundamentales: la humildad y .Ja fe. La verdad en su vertient,e hacia nosotros es conocimiento de que somos naoa, según aquel dicho de la Sant,a:: . "Dios es ,surna Verdad, y la: humildad es andaT' en verdad; que lo ies muy grande no te– ner cosa buena de nosotros, sino la miseria y ser nada; y qulen esto no entiende, anda en menti– ra" (13). La verda,d ,en su vertiente hacia Dios son sus misterios, a cuyo conocimiento llegamos por la. 1e, sustancia, avoyo y sostén de las cosas no vistas, y por consiguiente, sustancia, apoyo y sostén en el camina;r hacia Dios. De la necesidad de •esta v.erdad (13) Morad.as Se:ctas, cap. X, n. 7.

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