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PLATONISMO Y CRISTIANISMO EN LA CONCEPCION... 145 blema de esta cuestión. Es que no advierte el lastre de necesitarismo metafísico que lleva en sí el sistema neo-platónico. Menos todavía percibe el panteísmo emanatista que achacan a Plotino buena parte sus expositores actuales. Y no se hace problema, porque, al pensar que los textos del Pseudo-Dionisia, donde bebe el neo-platonismo, son textos de un discpulo de san Pablo, los acomoda a su mentali– dad cristiana, eliminando de ellos cuanto pudiera oponerse a la acción libre y personal de Dios que rezuma el gran círculo dorado cris– tiano, ese círculo de ida y vuelta de las cosas respecto de Dios, se– gún la misma terminología del P. Angeles. En efecto, la benevolencia libérrima de Dios es proclamada por fray Juan de los Angeles en páginas de encanto. En su obra Lucha espiritual y amorosa entre Dios y el alma, lanza, ya desde el mismo título, un reproche a toda la escuela platónica que nunca pudo so– ñar que el bien y la belleza transcendentes pudieran entrar en lucha con el ser que atraen con fascinante poder. En un capítulo de esta su obra la benevolencia divina toma como punto de comparación algo tan personal y tan libre como el juego amoroso de los novios del Cantar de los cantares. El padre eterno, escribe nuestro místico, 'vencido del amor de su esposa le dice: robado has, o hechizado o herido mi corazón, esto es, mi querido y regalado hijo. Y llama hurto lo que de su voluntad dio a los hombres, por haber entrado de por medio el amor, haciendo como una fuerza amorosa al cora– zón de Dios para que nos diese tan grandes riquezas, que las tene– mos y podemos y no las acabamos de creer' 15 • Del Cantar de los cantares nos lleva fray Juan de los Angeles a la escucha del colo– quio en que Jesús dice a Nicodemus: 'No te maravilles de que el Padre eterno haya dado su unigénito Hijo al mundo, porque los hom– bres le dieron hechizo y se lo robaron, y herido de pies a cabeza se lo han de poner en un palo'. Y a continuación comenta lo que escribe el apóstol a los de Efeso: 'Por la demasiada caridad con que Dios nos amó, envió su hijo a la muerte para que vivamos. ¿ Qué cosa es caridad demasiada, divino apóstol? Caridad sin modo, sin tasa y sin medida 16 • En estos pasajes de fray Juan de los Angeles nos parece hallar la refutación 'e diametro opposito' de la tesis .de A. Nygren. Es cierto que si en un primer momento parece sucumbir al señuelo neo– platónico de la metafísica del bien, ahora le vemos· tomar una senda netamente cristiana. Con no menos entereza que· Lutero afirma que la única razón de la condescendencia divina en la Encarnación es la demasiada caridad con que el Padre eterno nos amó. Con toda la gran tradición patrística, especialmente griega, ve el gran mis– terio de la condescendencia divina como un efecto exclusivo de la 15 Lucha espiritual... , parte I, cap. VII, t. I, p. 294. 10 o. y l. cit. 10