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31 HACIA UNA INTERPRETACIÓN DE LAS GRANDES SÍNTESIS DOCTRINALES••. 343 Los grandes· pensadores cristianos de la edad media combaten el nece– sitarismo cósmico de los ciclos en el averroísmo latino. Pero no cultivan la visión personificante de San Agustín. Tanto en filosofía como en teología prefieren el espíritu de sistema. Muy posiblemente, entre los grandes doc– tores el que menos se dejó llevar del espíritu de sistema fue San Buenaven– tura. Y sin embargo. Z. Alszeghy le acusa de impersonalista en tema tan personalista como el del amor. En nuestro estudio, Amour personnel et impersonnel chez saint Bonauenture 79 hemos intentado mostrar lo incon– sistente de esta acusación. Pero ella pone en claro la fácil declinación de la gran escolástica hacia lo sistemático e impersonal. Tal acusación es impensable respecto de San Agustín. Concluimos este elenco de ternas empobrecidos en el agustinismo filosó– fico con un comentario a uno de los epígrafes de Van Steenberghen que dice así: L'exil des belles-lettres. Lo aborda con el mismo contenido en La phi– losophie au Xllle siecle y en Le mouuement doctrinal du Xle au XIVe sie– cle 80 • Dicho contenido se resume en brevísimas páginas, muy insuficientes. Un tema de esta importancia, o no se toca o se estudia con otra seriédad. Como bibliografía de referencia tan sólo se cita E. Gilson, su contrincante en casi todos los otros capítulos. Y rio es E. Gilson un especialista en la his– toria del humanismo. Bastaría citar al italiano G. Tóffanin 81 para dar a Van Steenberighen un mejor punto de apoyo. Pero es una de las deficiencias de esta su obra fundamental el desinterés por lo que toca a la literatura de ciertos países. Dejando a un lado este aspecto metodológico, advertimos al instante que, pese a lo mucho que se han querido abultar las modestas observacio– nes de Santo. Tomás sobre el arte -ya protestaba de ello Menéndez Pelayo en su Historia de las Ideas estéticas 82 - y las de San Buenaventura sobre el mismo tema 83 , una vez más tenemos que constatar el empobrecimiento teórico y práctico respecto de San Agustín en este punto. Por lo que toca al aspecto práctico, es decir, al uso de las Bellas Artes, San Agustín tiene una sensibilidad estética tan fina que muchas de sus pá– ginas han pasado a la literatura mundial. La descripción, en las Confesio- 79. En Etudes Franciscaines. Actes du Colloque Saint Bonaventure. Supplement annuel, 1968, pp. 191-203. En este estudio se analiza en este punto la obra de Z. ALSZEGHY, Grund– formen der Liebe. Die Theorie der Gottesliebe bei dem hl. Bonaventura. Romae, 1946. La obra es uno de los mejores estudios sobre el tema del amor en la teología actual. Pero eremos que en su intento de superar el binomio amor físico-amor extático de P. Rousselot ha com– plicado en demasía el problema sin llegar a una solución del mismo. 80. Laphilosophie... , pp. 527-29; en Histoire de l'Eglise, vol. 13, pp. 324-325. 81. G. ToFFANIN, Storia dell'umanesimo, 3 vol. Bologna, 1950. 82. Historia de las Ideas Estéticas (edic. nacional), t. I, p. 166. 83. Cf. R. BovING, Die Aesthetik Bonaventuras und das Problem der aesthetischen Einfühlung, en Franziskanische Studien, 1921, 201 s..

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