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328 ENRIQUE RIVERA DE VENTOSA 16 exégesis. Pero históricamente nadie puede negar el influjo de este texto en los doctores cristianos quienes lo han interpretado en función del li– bro del Génesis que afirma la creación ex nihilo. De aquí la dualidad meta– física irreductible del ipsum esse subsistens y del esse contingens frente el esse griego, estático a lo Parménides, o dinámico a lo Heráclito, pero siempre incapaz de aglutinar en sí los dos polos opuestos de la plenitud y la contin– gencia. A lo ~umo, advierte E. Gilson, se llega a concebir el acto puro del primer ser como pensamiento. Pero este pensamiento dista mucho del ipsum esse subsistens de Santo Tomás. Recojamos la conclusión de E. Gilson: «En ce sens, saint Thomas lui-meme, qui parle de Dieu dans le pur langage d'Aristote, est pourtant bien loin de la pensée d'Aristote. L' acte pur du péripatétisme ne l'est que dans l'ordre de la pensée; celui de saint Thomas l'est dans l' ordre de l'etre» 41 • Esto que afirma en L'esprit de la philosophie médiévale es el tema pro– fundo de los capítulos II y III de su obra: L'etre et l'essence 42 • Creemos estos capítulos de tal consistencia histórica que parecen definitivamente logrados. De nuevo en su estudio posterior, God and philosophy 43 , vuelve sobre la misma tesis: en la noción de ser y en su prolongación respecto de Dios y de la creatura el pensamiento cristiano rompe las mallas de la meta– física griega. Al subir al Tabor de su reflexión propia, este pensamiento transforma aquella metafísica en filosofía cristiana. Ortega acusa esta a filosofía de «nonnata». Apresurémonos a replicar a Ortega que se ha exce– dido en su juicio. Ciertamente, no ha llegado ésta a plenitud. Pero hace si– glos que salió del seno materno y respira vida en los grandes pensadores cristianos, que hicieron mucho, aunque no lo hicieran todo. Van Steenb. se enfrenta decidadamente con la postura de E. Gilson. De su resumen, Histoire de la Philosophie 44 acotamos este pasaje, algo ex– tenso pero decisivo para fijar actitudes. Escribe así: «Les conclusions d'une enquete comme celle de M. Gilson dans L'esprit de la philosophie médiévale ne dépassent done jamais le niveau de la probabilité: du fait q'une doctrine philosophique apparait pour la premiere fois dans l'histoire apres l'avenement du christianisme et qu'elle présente des analogies avec une doctrine contenue dans la révélation chrétienne, on peut inférer avec une probabilité plus ou moins grande qu'elle a été acquise grace a l'action du christianisme sur la pensée du philosophe chrétíen; mais on n'oubliera pas que le 41. L'esprit de laphilosophie médiéuale, 2 éd. París, 1944, p. 57. 42. L'etre et l'essence..., p. 46-120. 43. Dios y la filosofía, trad. española. Buenos Aires, 1957. 44. Histoire de la Philosophie... , p. 174.

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