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324 ENRIQUE RIVERA DE VENTOSA 12 El clarividente intérprete de Ortega, el filósofo francés Alain Guy, re– sume este momento fundamental de la visión orteguiana con estas palabras: «Esta situación extraordinaria fue causa de la incapacidad de los medie– vales para pensar convenientemente el ser y, a la vez, para representarse adecuadamente a su Dios revelado y vivido. El drama fue que se quedaron así perpetuamente condenados a una distorsión total entre conceptos y realidades, absolutamente contradictorios» 32 • Completa Ortega su valorización histórica con la afirmación de la ine– xistencia de un pensamiento cristiano, auténtico y fiel a su destino. Se en– frenta con E. Gilson por quien, dice, siente gran estima. Le ha enseñado no pocas cosas. Pero arguye contra él que el gran problema del pensamiento cristiano no tenía por qué consistir en la elección entre un dilema, Platón o Aristóteles, que debió ser inexistente. El pensamiento cristiano debió brotar del hontanar profundo del mismo cristianismo. Debió haberse for– mulado un sistema en conformidad con sus exigencias. Esto hubiera sido el contenido de la auténtica filosofía cristiana que ha quedado nonato. Con ello ha perdido la humanidad una de sus más altas posibilidades 33 • En conclusión; para Ortega un pensamiento cristiano helenizado no será jamás un logro. Más bien, una mezcla desvirtualizada de ambos. La visión protestante, uno de cuyos representantes ha sido en este si– glo el teólogo sueco, A. Nygren, va aún más lejos que Ortega. Desde Lutero y Calvino el aristotelismo es considerado como uno de los grandes enemigos de la revelación bíblica. Acaba de morir K. Barth quien vio simbolizada en la analogía entis la fuerza demoníaca del Anticristo dentro de la teología. Al referirnos especialmente a A. Nygren, lo hacemos porque en su obra, Eros und Agape, aborda uno de los grandes temas del pensamiento cristiano: el tema del amor 34 • Según A. Nygren se da una batalla gigante entre el eros pagano y el amor-agape cristiano. La caritas, tan estudiada por los teólogos a partir de San Agustín, ha querido ser la síntesis de ambos amores. Pero, según la intepretación de A. Nygren, esta pretendida síntesis es la contraprueba más contundente de la paganización del pensamiento cristiano. Sucumbe el amor-agape cristiano a la tentación del eros platónico. En vez de declarar que la síntesis es imposible, los pensadores cristianos han hecho el juego a una concepción que se halla al polo opuesto del pensamiento cristiano. A. Nygren radicaliza respecto del amor, lo que respecto del Ente nos ha dicho Ortega. Creemos que esta presentación del problema de la doble fuente del pen- 32. Ortega y Gasset, crítico de Aristóteles, trad. española. Madrid, 1968, p. 192. 33. La idea de principio... , en o. c., t. VIII, p. 167. 34. Eros und Agape. Gestaltwandlungen der christlichen Liebe. Gütersloh, 1954.

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