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64 E. RIVERA DE VENTOSA comprender su incomparable grandeza. Sólo desde esta cumbre metafísica el hombre es capaz de verse a sí mismo con elevación y al mismo tiempo con mesura. * * * ¿ Qué piensa el pensador francés, Bergson, al llegar a estas cumbres de la metafísica que hemos intentado recorrer, acompañando a San Buena– ventura? Sabemos ya que ha intentado por el método de la intuición erigir desde los cimientos el destruido edificio de este saber. Preguntémosle, entonces, qué le ha desvelado la intuición en este supremo momento en el que la mente humana se encara con la Trascendencia. Para comprender mejor la postura de Bergson nos parece oportuno recordar el doble camino que puede seguir nuestra mente. Santo Tomás, creador de un estilo de pensar, nos ha dado aquí una fórmula precisa que señala este doble camino. Lo llama respectivamente via inventionis y via judicii. En la via inventionis vamos de lo temporal y sensible a lo eterno y trascendente. En la via judicii juzgamos desde lo eterno y trascendente lo temporal y sensible m. San Buenaventura, con terminología parecida dis– tingue igualmente entre la via inventionis y la via resolutionis. Si en la primera partimos de abajo, desde los seres inferiores, en la segunda se fina la mente en el Esse plenum y desde él otea el inmenso panorama de lo real rn. Bergson no conoce esta doble vía. No utiliza más que una: la expe– riencia de la propia conciencia. J. Maritain califica esta actitud bergsonia– na de empirismo integral 115 • Sin aceptar este radicalismo mariteniano, hay que reconocer que a Bergson le repugna ir más allá de lo que en la intui– ción experimenta. Esta intuición le ha mostrado cómo se actúa la vida del espíritu. De esta actuación traza un diseño bellísimo con estas pala– bras: "Nous devons entendre par esprit une réalité qui est capable de tirer d'elle-meme plus qu'elle ne contient, de s'enrichir du dedans, de se créer ou se recréer sans cesse" 116 • Es, por lo mismo, este espíritu según su terminología esencialmente creador. Pero se ha de entender la creación, no en el sentido escolástico de la productio ex nihilo, · concepto estático y vacío de contenido para Bergson, sino en cuanto significa que el espíritu está siempre en abertura perenne hacia nuevas realizaciones. El espíritu es la fuerza vital más po- 11 • Summa Theolog., I, 79, 9c. 114 Itinerarium, III, 3; Op. O., t. V, p. 304. 115 De Bergson a Santo Tomás, 11. 116 Ecrits et paro/es (París 1959) t. II, p. 359.
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