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SAN BUENAVENTURA Y HENRI BERGSON Estudio comparativo de dos antropologías De Be1·gson a Santo Tomás de Aquino es el título de una obra de Jacques Maritain, muy leída hace un cuarto de siglo. La tituló así, no por– que viera en Bergson un preanuncio o introducción a Santo Tomás, sino porque en sus años de formación filosófica el maestro inserta en él un deseo de la metafísica, un eros metafísico, según lo llama con frase muy clásica. Y esto ·en un ambiente saturado de agnosticismo cientifista y de materialismo. Bergson, pese a hallarse lastrado, según Maritain, por un empirismo radicado en la experiencia interna, al pronunciar en uno de sus cursos del Colegio de Francia la afirmación de que estamos, nos mo– vemos y somos en lo absoluto, suscita en el joven Maritain la apetencia de una metafísica plena que más tarde hallará en Santo Tomás 1. Nos ha parecido muy a propósito iniciar este estudio comparativo en– tre San Buenaventura y Bergson con esta anécdota de biografía filosófica porque justifica a fortiori el estudio que iniciamos. Hemos, sin embargo, rehuido un título parecido a la obra de Maritain porque en nuestro caso no se trata de analizar el tránsito mental de un pensador a otro, sino de hallar elementos comunes o discrepantes entre sus respectivas antropolo– gías. Creemos que estos estudios comparativos, realizados sin ánimo al– guno de concordismo, sino tan sólo para estudiar las reacciones del pensa– miento humano ante los problemas filosóficos más hondos, pueden ilumi– nar estos problemas y al mismo tiempo valorar más justamente las apor– taciones de los pensadores de otras edades. Juzgamos en este sentido la obra de H. Heimsoeth, Los seis grandes temas de la metafísica occidental 2 una obra modelo como programa, que exigirá la aportación de muchos para dar remate a lo iniciado en la misma. Como preámbulo a nuestras reflexiones queremos en esta breve intro– ducción subrayar una primera convergencia entre ambos pensadores que los acerca mutuamente en un tema de gran repercusi6n en toda antropo– logía espiritualista. Nos referimos al tema del misticismo. Para San Bue– naventura el misticismo es nervio y carne de toda su vida mental que po– demos seguir paso a paso a lo largo de sus escritos. Para el segundo el 1 J. Maritain, De Bergson a Santo Tomás, trad. esp. {Buenos Aires 1946) 10. Trad. esp. de J. Gaos, Revista de Occidente, 3 ed. (Madrid 1960).

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