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MISIONES CAPUCHINAS EN ÁFRICA cias, los años en que fueron y algunas particularidades que ocurrieron en sus viajes (145). Año de 1645 El P_. Fr. Buenaventura de Alessano, Predicador y Definidor, de la Provincia de Roma. El P. Fr. Juan Francisco de Roma, Predicador y Custodio que fué de la misma Provincia. El P. Fr. Jenaro de Nola, !Lector de Teología y Definidor, de la Pro– vin~ia de Nápoles. El P. Fr. Buenaventura de Sorrento, Predicador y Definidor, de la Pro– vincia de Nápoles. El P. Fr. Buenaventura de Cerdeña, Lector de Teología, Guardián, Custodio y Definidor, de la Provincia de Castilla. El P. Fr. Juan de Santiago, Predicador y Maestro de nuevos, de la misma Provincia -de Castilla. El P. Fr. José de Antequera, Predicador, Maestro de novicios, Guar– dián y Definidor, de la Provincia de Andalucía. El P. Fr. Angel de Valencia, Pr-edicador y Guardián, de la Provincia de Valencia. El P. Fr. Miguel de Sessa, Predicador, <k la Provincia de Aragón, El Hno. Fr. Francisco de Pamplona, Redín, de la misma Provincia de Aragón. El Hno. Fr. Angel de Lor-ena, de la Provincia de Toscana. El Hno. Fr. Jerónimo de La Puebla. de la Provincia de Aragón . To – dos tres Legos. Año de 1646 El P. Fr. Buenaventura de Taggia, Predicador, de la Provincia de Gé– nova, de la que fueron también los siguientes: El P. Fr. Francisco de Ventimilla. Predicador. (145) La lista de los misioneros capuchinos que a continuación nos da el P. An– guiano, nos hará formar idea de la gran impo,tancia que se dió a la misión del Congo. La Orden Capuchina envió durante sesenta. años (1645-1705) nada menos que doscicn tos treinta religiosos. Quizás esta lista se la haya facilitado al autor el mencionado P. Francisco de Pa– vía, al enviarle juntamente las cartas copiadas. Advertimos ,que en ella algunos nombres van repetidos en varias expediciones ; la razón es porque, habiendo regresado a Europa por distintos motivos, volvieron de nuevo más adelante a la misión. Por otra parte, no pudiendo compulsar la exactitud de los nombr.es y sobre todo de los pueblos italianos de donde eran naturales los misioneros, los damos tal como los enconlramos en el manuscrito del P. Anguiano.
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