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En que se hace mención de los misioneros que hasta hoy · ha enviado la Sacra Congregación al Congo desde que fueron a ese reino los primeros Capuchinos. 1.-Prosiguiendo las noticias del capítulo prece•dt'nte, dice así el Pa– dr-e Fr. Francisco de Pavía: «Las maravillas que Dios ha obrado por medio de los religiosos que han asistido en estas misiones, son tantas, que, si se hubiesen de referir, sE.'rÍa necesario hacer muchos. volúmenes. Yo remití a Italia casi todos mis papeles, por lo cual. y la gran falta de salud, no puedo extenderme todo lo qtte quisiera y me limito a las cortas noticias que aquí doy y de que al presente me él!cuerdo, que como han pasado tantos años, no es fácil acordarme de todas. Del Padre Fr. Antonio d-e Sarrabeza, hijo die ,la Provincia d~ Tos– cana, se refi.er- en varios prodigios y -entre ellos, que predicando a los negros e:n la lengua ambonda, todos le ,entendían como si ~es hablase en su lengua nativa, siendo de naciones y lenguas muy diversas. Tam– bién se refiere de ,este siervo de Dios que, yendo al impc:rio de Gan– guela a pr,edicar la fe, pasando por -el desierto adond,e no hay casa al– guna ni árbol, hallándose en su compañía muchos Pombeiros, que son negros mercaderes, esclavos de los criollos portugueses, Jes mandó juntar sus cargas y que ellos se acercasen a él por ser furiosos los vien– tos y grande la lluvia que les amenazaba. Fué cosa admirable que, con estar en campo raso, no cayó sobre ellos ni una gota de agua ni les · perjudicó cosa alguna el viento con ser tan furioso. 2.-«El P. Fr. Juan María de Pavía, de la Provincia de Bolonia, fué varón admirable; por sus oraciones y méritos obró nuestro Señor mu– chos milagros y predijo el día de su muerte y el de una niña natural de !Loanda, lo cual, estando ambos buenos por entonces, se cumplió puntualmente, muriendo dicho Padre y el siguiente día Ja iliña, que era 31)

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