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LA MISIÓN DEL CONGO a cuya causa me fué pr-eciso publicarle vitando con todas las ceremo– nias que usa la Iglesia. Acu<lieron a mí e} <luque <le Sundi, su tío, y otros señores, prometiendo <le traerle a mi presencia, reconocido y arr,e– pentido, para lo cual le.' c,oncedí tres días de tiempo . Fué caso raro, que, apenas le publiqué excomulgado vitando en Ja iglesia, cuando en el lugar donde vivía se secó el río y también se secaron los frutos y sementeras y hasta los hombres se entristecieron de suerte, que per– dieron ,el color y parecían difuntos: H.-«Por último vino a mi presencia, al parecer humillado y arrepen– tido, pidiendo Ja absolución, Ja cual le concedí después de haberle apar– tado de Ja amiga y ofrecido casarse y cumplir las penitencias que le or– <iené. Advertíle que mirase bien las promesas que hacía a Dios, el cual no puede ser engañado y tiene la mano levantada contra los contuma– ces y fementidos, que despr,ecian las censuras de la Iglesia, y no suele tardar en descargarla. Así ,le sucedió, volviendo a la mala. amistad an– tigua, porque, después de cuatro semanas, yendo a dar una batalla al marqués de Pango, fué herido con cuatro flechas y Juego murió sin confesión ni señal de dolor de sus pecados . 10.- -«Es cosa lastimosa lo que sucede en este reino por las eleccio– nes, así de la corona como de los títulos, a fos cuales confirma el rey y los •eligen los vasallos. Tak:s elecciones, como són tan frecuentes, causan gravísimos daños en lo :espiritual y temporal, porque con la gue– rra todo se perturba y no se atiende a 1o espiritual, y las reducciones a la fe se ponen de mala calidad. En lo temporal es asimismo gravísi– mo el daño que recibe -el reino y, según va, se puede temer que le pier– dan. En d año de 1557, reinando Don Alvaro I de este nombre, le llegó a perder, y aunque después l.e volvió a recuperar, pero no todo. Des– pués poco a poco han ido perdiendo los reinos de tos Ambendos o Abandos, Matamba, Angola, Quizama, Angoy, Cacongo, los siete rei– nos de Congere', Amolaza y los Papelungos, el Zaire, los Ancicos, An-· zicana y Loango. Y en fin, no es hoy la media prte de lo que fué, aun•· que e) rey s•e intitu1a s•eñor de todos esos reinos., mas no to es.>)

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